Chiapas se enfrenta a un problema creciente en la gestión de residuos sólidos, con 117 tiraderos a cielo abierto y solo 36 rellenos sanitarios en toda la entidad. Según datos recientes, cada persona en Chiapas genera alrededor de 214 kilogramos de residuos sólidos al año, y el 65 por ciento de estos desechos se dispone de manera inadecuada en barrancas, cuerpos de agua y caminos, esto de acuerdo a Juan Antonio Araiza Aguilar, investigador e ingeniero ambiental.
A pesar de que en junio de 2019 se creó la Ley de Residuos Sólidos en Chiapas, falta que la población se apropie de ella para reducir el uso de plásticos de un solo uso. El Programa Estatal para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos y de Manejo Especial en el Estado de Chiapas señala que se generan aproximadamente 5 mil 891.68 toneladas de residuos sólidos diariamente en la entidad.
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Asimismo Araiza Aguilar, dijo que a pesar de la existencia de esta ley, muchos municipios no cumplen con el tratamiento y destino final adecuado de los desechos. Cerca del 70 por ciento de los municipios carecen de rellenos sanitarios, lo que resulta en la disposición de basura a cielo abierto.
Según la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural, varios municipios, incluyendo a Tuxtla Gutiérrez, Chiapa de Corzo, Tapachula y San Cristóbal de Las Casas, entre otros, cuentan con tiraderos de basura a cielo abierto sin monitoreo, lo que representa un serio problema ambiental y de salud pública.
Tuxtla Gutiérrez encabeza la lista de municipios con mayor producción de basura en Chiapas, generando alrededor de 689 toneladas diarias, seguido de Tapachula con 342 toneladas y San Cristóbal de Las Casas con 214 toneladas.
El control de la contaminación y la gestión adecuada de los residuos sólidos representan grandes desafíos para Chiapas, especialmente en lo que respecta a la operación de tiraderos a cielo abierto, incumpliendo la Norma Oficial Mexicana 083, que establece que un sitio de disposición final debe operar como un relleno sanitario para evitar la generación de lixiviados, un líquido contaminante.