Las maderas tropicales y de clima templado son las más saqueadas en el estado de Chiapas por la tala ilegal. De acuerdo con Raúl Fernando Álvarez Narcía, director de Protección Forestal de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN) del estado de Chiapas, esta maderas son saqueadas principalmente para su comercialización en el mercado negro, donde su precio llega a ser menor.

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En entrevista exclusiva, el biólogo mencionó que las maderas Cedro (Cedrela odorata) Caoba (Swietenia macrophylla) Pino (Pinus spp.) Roble (Quercus spp.) y Tzalam son las especies que la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) ha identificado como las más vulnerables a este saqueo ilegal.

"En el caso del clima templado se comercializan dos especies, hablamos de Pinus spp en todas sus variedades, todas las especies del estado, y el caso de Quercus, al que comúnmente le llamamos roble y es muy usado para hacer el tema del carbón", dijo el biólogo.

Asimismo enfatizó que este registro de maderas saqueadas es el que tienen en conjunto con la Procuraduría Federal de Protección al Mediodía Ambiente (PROFEPA) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursls Naturales (Semarnat).

"Para el caso de las especies tropicales, de acuerdo con el mismo registro, nos dice que son las especies de Cedro, caoba, Matilisguate de primavera y de este en este caso el Guanacastle también, son las cinco especies tropicales que son afectadas por el comercio ilegal", enfatizó el biólogo.

El cedro y la caoba, especies tropicales de alta demanda, son frecuentemente comercializadas en los mercados negros debido a su uso en muebles finos y ebanistería. Por otro lado, el pino, que es la especie más comúnmente utilizada en la industria y la construcción por su fácil manejo y bajo costo, también es una de las más taladas de manera ilícita. El roble, particularmente, es usado para la fabricación de carbón, una actividad que ha proliferado en algunas regiones debido a la facilidad de producción.

"En el caso del Pino pues sabemos que es el que más se usa en la industria y en el tema de la construcción, además que es de fácil manejo y de costos bajos para el acceso para la elaboración de muebles. En el caso de las maderas preciosas, que te mencioné en el caso de tropicales igual por lo regular ellas van más enfocadas al tema de los de los muebles, la ebanistería y algunas otras actividades", dijo el director.

Asimismo mencionó que las regiones Altos y Sierra de Chiapas son las que se han identificado con una mayor incidencia en la tala ilegal. En la región Altos de Chiapas se tiene identificado una alta demanda de madera de roble y pino, la tala ilegal en esta área se ha incrementado en los últimos años. En la región sierra La extracción ilegal de especies tropicales, como el cedro y la caoba, es particularmente alta en esta zona. Asimismo, la selva de Chiapas es considerada una de las áreas más biodiversas del país, es también una de las más afectadas por la tala de maderas preciosas.

Estas áreas se encuentran en una situación crítica debido a la alta presión que ejercen las redes ilegales dedicadas al aprovechamiento forestal sin permisos oficiales, poniendo en riesgo los ecosistemas y la vida de las comunidades que dependen de ellos.

Álvarez Narcía destacó que el principal motivo que impulsa la tala ilegal es el beneficio económico. El precio del mercado negro de la madera es mucho más bajo que el de la madera legalizada, debido a que los taladores ilegales evitan los trámites y costos asociados a los permisos, asesorías técnicas y programas de manejo forestal. Esto les permite ofrecer la madera a precios muy competitivos, atrayendo a compradores que prefieren evitar el cumplimiento de la normativa.

Además, las comunidades que participan en la tala ilegal suelen hacerlo ante la falta de oportunidades económicas. La comercialización de estas maderas, aunque ilícita, les representa un ingreso significativo que, de otra manera, sería difícil de obtener. De acuerdo con el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Chiapas es una de las entidades más afectadas por el saqueo ilegal de madera.

Como parte de las consecuencias de esta actividad, el biólogo destacó que la tala ilegal no solo deteriora los ecosistemas, sino que también afecta la estabilidad económica y social de las comunidades locales. Ante esta problemática, la Semahn, junto con otras instancias como la Profepa, la Guardia Nacional y la Sedena, ha implementado comités de vigilancia participativa en las comunidades, así como operativos conjuntos para frenar esta actividad ilícita. Sin embargo, las autoridades reconocen que los esfuerzos preventivos, como los talleres educativos y la conformación de comités de vigilancia local, son más efectivos a largo plazo que los operativos reactivos.

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