El crecimiento de 1.4 por ciento que el Producto Interno Bruto (PIB) de Chiapas registró en el tercer trimestre de 2018, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), fue mínimo, coyuntural y no impidió que en 2018 en el balance anual el sistema productivo de la entidad volviera a registrar una contracción, dijo ayer el docente de la Escuela Bancaria y Comercial, Campus Chiapas, Luis Manuel Pérez Cruz.
Atribuyó ese aumento a que en ese periodo hubo una sobredemanda de bienes provenientes del sector agropecuario, a causa de una atípica estabilización y/o baja en los precios de esos productos que también ocurrió en esas fechas. Sin embargo, al tomar en cuenta al resto de actividades productivas del estado, el repunte fue relativo.
Además, el incremento fue de apenas 1.4 por ciento, inferior al promedio general y muy por debajo de las necesidades de la entidad, aunque no deja de ser “alentador” después de una prolongada serie de caídas consecutivas en el PIB, afirmó.
De hecho, al sumar los resultados de los dos trimestres anteriores, hasta finales de septiembre pasado la economía del estado registraba un déficit de 0.9 por ciento, de acuerdo con el propio Inegi. Por ello, sin que aún sea publicado el balance del cuarto trimestre, vaticinó el docente, es muy probable que el sistema productivo de Chiapas en su comportamiento anual haya reportado otra disminución en su actividad.
El Inegi trabaja con “datos fríos”, con cifras derivadas de un proceso con rigor metodológico. Pero a veces los números son unos y la percepción es otra, explicó.
Para Pérez Cruz, es complicado que la economía de la entidad crezca a corto plazo. Hay mucha “descomposición social”. Los problemas de seguridad son innegables. Además, los proyectos del gobierno federal son de mediano y largo plazo. La aceleración de su sistema productivo -aseguró- pasa necesariamente por la inversión generalizada, y en ese punto las nuevas autoridades deben trabajar a marchas forzadas para regresar la confianza al capital privado.
“El estado tiene que trabajar mucho para generar condiciones y que venga la inversión (…) Las políticas públicas deben orientarse a volver a ofrecer condiciones de seguridad para que tengan confianza en invertir”, puntualizó.
De hecho, al sumar los resultados de los dos trimestres anteriores, hasta finales de septiembre pasado la economía del estado registraba un déficit de 0.9 por ciento, de acuerdo con el propio Inegi.