--Será mejor que hoy no mojes la cama o el Zipe, vendrá a “jugarte”. Así amenazaban algunas madres en Tapachula a sus hijos para evitar que el infante orinara las sábanas, lo cual en realidad solía ser contraproducente ¿Quién con el miedo de toparse al Zipe iría al baño en mitad de la noche?
¿Qué es el Zipe?
El Zipe es un personaje que mide alrededor de 60 centímetros de altura, parece un niño de raza negra, tiene una amplia sonrisa blanca, blanca, blanca, que asombra por su perfección, se ve como un pequeño normal, sino fuera por los escalofríos que su presencia provoca en quien lo ve, sobretodo si lleva la vista al suelo para notar que los pies del indeseado visitante están al revés.
Lee también: El Sombrerón, la sombra que “se gana el alma” de los viajantes
No se sabe en realidad qué es este extraño ser, por su estatura hay quien dice que es un duende, otros que es un diablillo o un pingo (un modismo que se refiere a un niño travieso) en este caso, sobrenatural.
Como sea, en lo que sí coinciden todos los que cuentan haberlo visto, es que come carbón y que “únicamente” juega con sus víctimas.
A veces lanza piedrecillas para hacer notar su presencia, otras, se aparece a un lado de la cama y hay quien dice que juega con los pequeños de casa, quienes por su edad e inocencia no alcanzan a comprender que están ante un ser sobrenatural.
En realidad, el Zipe es quizá el menos pernicioso de los entes sobrenaturales que uno pudiera topar, sus travesuras, son eso: travesuras, no daña a las personas físicamente, sólo le gusta asustar a los mayores, jugar con los pequeños, hay quien dice que si se hace tu amigo, ayuda en las labores de su protegido.
Verdad o mentira, el Zipe forma parte del folklor en Tapachula, donde su presencia es aún temida por pequeños que no hacen caso o que, aún de mayores, siguen mojando la cama por las noches.
Si se aparece, es mejor sacar valor y no temerle, mucho mejor si se le da carbón y no se le maltrata o podría desquitarse haciendo que continuamente se pierdan cosas en la casa que serán encontradas, si es que algún día se logra, en lugares insospechados.