Don Carlos Rubén Gallegos, es un ciudadano de más de 60 años originario de Comitán de Domínguez, su trabajo es vender utensilios de cocina en Tuxtla Gutiérrez los cuales compra en Guatemala, invierte en cada paquete seis mil pesos o siete mil pesos para poder obtener ingresos por 10 mil pesos.
En sus productos se encuentran prensas para hacer tortillas, cucharas de diversos tamaños, palas de manera especial para preparar pozol en grandes recientes o para la preparación del chicharrón, tasas con tapas y sin tapas, unas piezas que él las molinillo que se utilizan para preparar el chocolate o una bebida a base de tascalate, pinol o atole para darle un espesor a la bebida que puede ser fría o caliente.
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También ofrece carritos, dice que él no los fábrica porque se necesita la disponibilidad de la madera, lo que ahora es complicado obtener, su producto es de cedro preferentemente, hay también de pino, dice que no está de acuerdo con talar por eso los compra con fabricantes de Guatemala, los ingresa por la mesilla hasta Comitán de Domínguez y luego a la capital del estado.
Dice que se tiene que mover de una a otra calle constantemente, las razones son varias, los inspectores del ayuntamiento de la capital no le permiten fardar mucho tiempo en un punto, a veces ellos mismos le sugieren las calles a dónde se debe mover, aunque esas no sean muy transitadas y por ello la posibilidad de vender es menor.
Prefiere el señor Gallegos ubicarse en la primera poniente entre cuarta y quinta sur, es comerciante informal como muchos en la capital de Chiapas, solo que él oferta productos de madera y aunque la modernidad hace que las amas de casa y los padres de familia compren productos más modernos, eléctricos o juguetes con pilas, el sostiene que el suyo es lo mejor por ser orgánico, por no contaminar por el uso de metales o plástico.
Hace un llamado muy atento y respetuoso a la población a que compre sus productos, con un paquete de mercancía llega para una estancia de dos a tres semanas, luego retorna para volver a comprar más y retornar a la capital en busca de clientes para sus productos a base de madera.
Dice que sus productos los adquiere sin intermediarios directamente con los fabricantes de Guatemala, por ello, a su juicio es barato, es poco lo que invierte y ala vez, cree que es más barato lo que ofrece en razón de los productos de plástico o de metal, oferta utensilios desde los 15 pesos, o de mayor valor, a 25 pesos, o más de cien pesos como las prensas de madera.
Sostiene que sus productos contaminan menos que los de plástico o los de metal, y seguramente tienen menor demanda que los de tecnología, los de control remoto, pero el no se cansará de vender calidad, la materia prima que se usa para su elaboración son maderas muertas que se encuentran en los caminos, no se extrae de los bosques.