En la comunidad de Adolfo López Mateos Km 54, en Mezcalapa, Chiapas, Juan Méndez, maestro de la Escuela Primaria Rafael Ramírez Castañeda, se ha convertido en un referente de innovación educativa al liderar un proyecto pionero que busca la autonomía financiera de las escuelas rurales en México.
Esta iniciativa, conocida en la región como el proyecto del "profe Ceja," surge en el contexto de la implementación de la Nueva Escuela Mexicana, un plan curricular que promueve el aprendizaje basado en proyectos y otorga a los maestros la libertad de abordar las problemáticas de sus comunidades en el aula.
Méndez, quien también se desempeña como director encargado de la escuela, ha aprovechado esta oportunidad para abordar un problema crucial: el abandono escolar debido a los costos asociados con la educación, incluso cuando esta es teóricamente gratuita.
"Mi principal propósito es la implementación de un nuevo proyecto, modelo o sistema mediante el cual las escuelas sean completamente autónomas en su etapa financiera y no generen gastos para las familias, especialmente en contextos rurales donde el abandono escolar es alto," explicó Méndez.
El proyecto propuesto por Méndez busca involucrar a toda la comunidad educativa, incluyendo alumnos, padres de familia y maestros. La idea es solicitar un apoyo único al gobierno federal para establecer un sistema de producción colectiva en la escuela, similar a programas exitosos como "Sembrando Vida."
La Escuela Rafael Ramírez Castañeda, al igual que muchas otras en entornos rurales, ya cuenta con una parcela escolar en la que se trabaja en la cría de ganado y actividades agrícolas. Los ingresos generados por estas actividades se destinarían directamente a la institución educativa y, sobre todo, a los niños. Sin embargo, como en muchas otras escuelas, el esfuerzo de los padres y maestros no es suficiente para cubrir los gastos que enfrentan los alumnos y la escuela a lo largo del ciclo escolar.
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Méndez propone que este enfoque se adapte a las diferentes realidades de las comunidades y contextos urbanos, identificando las principales fuentes de ingresos locales, como textiles, gastronomía e incluso industria, y desarrollando medios de producción que se ajusten a las necesidades de cada escuela. De esta manera, se garantizaría tanto el éxito del sistema como un alivio económico para las familias mexicanas.
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Este innovador proyecto no solo busca transformar la educación en México, sino también contribuir al desarrollo sostenible de las comunidades rurales al crear oportunidades económicas y fomentar la participación activa de los padres de familia en la educación de sus hijos. Juan Méndez, con el apoyo del supervisor Luis Sarmiento Capito de la zona 161 y la Escuela Rafael Ramírez Castañeda, se erigen como ejemplos inspiradores de cómo la educación puede ser un motor de cambio en la sociedad.