Tuxtla Gutiérrez.- Con muchas ilusiones y esperanzas arriban a Ciudad Hidalgo en el municipio de Suchiate migrantes de diversas nacionalidades, en las caravanas vienen mujeres y niños no acompañados, ni las amenazas de los Estados Unidos los detiene, agradecen a México, a la sociedad, la Unión Americana es su meta, van cansados, pero tienen sed y hambre por mejorar sus condiciones de vida, sueñan con enviar dinero a los suyos, confían que cruzarán la frontera, que no habrá muros que los detenga.
El presidente de la fundación México Presente, Agustín Figueroa Flores, afirma haber sido testigo de la complejidad para las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) para atender a los migrantes pese a cualquier esfuerzo, las limitaciones son evidentes en personal que ya está cansado, falta de recursos suficientes aunque si alcanzan a cubrir lo inmediato.
Doña Olga Sánchez, premio nacional de derechos humanos, en su albergue tiene a 600 migrantes, pero le urgen colchonetas y alimentos para dales diariamente, es un reto cubrir cada día tanta demanda, faltan medicamentos tanto al INM como en albergues.
En el centro de Tapachula de Córdova y Ordóñez, es posible encontrar a muchos de los migrantes durmiendo y deambulando porque no quisieron ir a los albergues instalados o ya les dieron salida con tarjetas de estancia y cumplieron con los requisitos que las autoridades mexicanas les solicitaron.
Esta caravana será atendida al parecer hasta la segunda semana de febrero fecha en que ya no darán más documentos, el programa de empleo temporal a migrantes anunciado por el gobierno federal no está funcionando, no hay capacidad para ello, afirma Figueroa Flores.