Las complicaciones de salud de la población chiapaneca derivan de situaciones marginales y de pobreza, las que deberán abordarse de manera integral desde las investigaciones científicas, políticas públicas y cooperación multilateral.
Las academias pueden desarrollar investigaciones no necesariamente médicas, que complementarían con estrategias integrales y sustentadas en la planeación y presupuestación, desde el ámbito: social, cultural, histórico, económico y salud.
Ante las condiciones de pobreza económica, patrimonial e infraestructura, miles de familias se enfrentan a la marginación, que conllevan a problemas de salud; las comunidades se enfrentan a enfermedades por la falta de agua entubada y potable, sobre todo, las indígenas.
Aunado a lo anterior, se le suma la cultura, tradiciones e historia, que confluyen en diferentes tipos de padecimientos; miles de adultos mayores están en situación en dicha una vulnerabilidad social.
INVERSIÓN PÚBLICA
La directora de Investigación y Posgrado de la Universidad Autónoma de Chiapas, María Guadalupe Rodríguez Galván, enfatizó que muchos problemas de la pobreza vienen desde hace muchos años.
Prevalece la desigualdad a pesar de la inversión pública que se ha anunciado para Chiapas desde los últimos seis años, donde el Congreso del estado autorizó poco más de 477.36 mil millones de pesos; entre el primero y el último año de gobierno de Manuel Velasco Coello, existe una diferencia de 22.44 mil millones de pesos.
Mientras que en el primer año del gobernador Rutilio Escandón Cadenas, el Congreso del estado delegó 91.8 mil millones de pesos, de esa suma, 32 mil millones se ejercerían en programas sociales, con especial atención a los pueblos y comunidades indígenas.
Afirmó que los presupuestos públicos no son la solución, revertir las condiciones sociales de marginación y pobreza pasa por la aplicación transparente y la rendición de cuentas; un nivel de autoridad que debe generar resultados inmediatos son los 124 ayuntamientos, aunque en conjunto aplican este año poco más de 22 mil millones de pesos, unos más que otros en monto, tienen que forjar soluciones.
PUEBLOS INDÍGENAS
Algunos grupos enfrentan mayor marginación y exclusión que otros, los considerados minoritarios como mochó, jacalteco, chuje, canjubal y cachiquel, donde es evidente la faltan servicios de educación, salud, alimentación, agua potable, saneamiento y comunicaciones.
Sostiene que la historia de ser el último estado más al sur de México confluye en el mayor rezago social, si bien la escuela averigua y genera propuestas, son las políticas públicas y programas de gobierno los que deben revertir el escenario actual.
Si no se puede entender cuál es la lógica de los grupos sociales, jamás se hará una buena aportación para la mejora de su sistema de vida; los usos y costumbres tienen mucha fuerza y arraigo, que a veces generan complicaciones en el sistema de vida de los pueblos originarios, expuso el diputado Local, Mario Sántiz Gómez, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas del Congreso del Estado.
Hay que darle valor e importancia, en su justa dimensión, a la medicina tradicional, las formas de organización interna y de producción, así como las productivas y la comercialización; aunque la lógica de dichas comunidades no es tener ganancias, sino el vivir bien, tener sustento, alimento y cubiertas las necesidades; ahí deberá centrarse la atención de los gobiernos, sostuvo el titular de la Red Estatal Indígena, Marcos Shilón Gómez.
Los 12 grupos étnicos: tseltal, tsotzil, zoque, tojolabal, chol, mame, lacandón, mochó, jacalteco, chuje, canjubal y cachiquel, con un millón 300 mil habitantes, generan una circunstancia y un contexto muy particular, donde se evidencia que históricamente han sido marginados en materia de infraestructura y servicios.
LAS ETNIAS