Brasil junto con México son los únicos países de América Latina que usan zancudos para erradicar otros zancudos, en este caso el de la familia Aedes, transmisor de enfermedades como dengue, zika y chikungunya. En nuestro país, una comunidad de Chiapas funge como laboratorio.
El proyecto está a cargo del Centro Regional de Investigación en Salud Pública (CRISP). Éste, según la científica Adriana Ramírez Osorio, consta de liberar mosquitos estériles a la atmósfera para que controlen la población del Aedes. Llevan a cabo experimentos iniciales en el ejido Hidalgo de Tapachula, lugar en el que liberan hasta 25 mil mosquitos estériles a la semana.
El INSP efectuó las primeras liberaciones durante 2018. Previamente, durante los últimos tres años, todas las semanas el equipo cuantificó el universo del Aedes. Las liberaciones ocurrieron durante las temporadas de lluvia y seca. La recopilación de datos de ese vector continuará para conocer si la liberación de los zancudos estériles arrojó resultados positivos, afirmó.
La egresada de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) informó que si el trabajo es exitoso valorarán extender los estudios a espacios más amplios. La iniciativa tiene una capacidad de producción de siete millones de mosquitos.
El virus del dengue, zika y chikungunya está en todas partes. El mosquito única y exclusivamente transmite. “Por eso es un vector; es el vector del virus”, puntualizó.
La Dirección General de Epidemiología dio a conocer que hasta el 26 de agosto pasado en la entidad fueron registró mil 742 casos confirmados de dengue. Ocupó el segundo lugar general, sólo por debajo de Veracruz y arriba de Jalisco. Esos tres estados concentran 72 por ciento de los reportes.
En Chiapas la incidencia de casos de dengue fue de 31.63 por cada 100 mil habitantes, a la postre la tercera más alta de México, sólo por debajo de Veracruz (34.56) y Quintana Roo (32.27), de acuerdo con la dependencia de la Secretaría de Salud federal (Ssa).