Tuxtla Gutiérrez.- Son de sangre fría, se arrastran y hasta nadan. De lejos son bonitos, de cerca más, aunque a cambio una mordida puede costar la vida. La letalidad de sus ataques, los mitos y la destrucción del ambiente los condenaban a desaparecer, destino que ahora quiere revertir un grupo que hace lo posible para que entre esos animales y el humano exista una sana convivencia.
Un colectivo de profesionistas creó el mes pasado la Red para la Conservación y Difusión de los Reptiles Venenosos del estado, organización sin fines de lucro que tiene como propósito generar y/o divulgar información sobre ese sector, acciones que permitirán a mediano y largo plazo su conservación y la coexistencia.
Hay mucho desconocimiento sobre ese tipo de fauna, factor que, aunado con el miedo motivan a matarlas. La generación y la expansión de información derribará esos mitos y, por ende, abonará a la preservación, dijo Víctor Armando Moreno Avendaño, miembro fundador del grupo.
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Informó que trabajan en torno a cinco líneas: difusión del conocimiento con lenguaje accesible, con énfasis en el uso de las redes sociales; investigación; capacitación; e identificación de variedades por medio de fotografías.
Con las características de reptil venenoso en Chiapas habitan cinco especies de coralillo, una serpiente marina, dos lagartos venenosos (llamados heloderma, lagarto enchaquirado o escorpión negro) y 15 víboras, con la posibilidad de agregarse una más. Por las consecuencias fatales de su mordida, el cantil, la nauyaca y la cascabel, están clasificados como animales con una alta importancia médica, detalló Dahani Roblero Gómez, integrante fundadora del grupo.
NO ESTÁN EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
Moreno Avendaño aseveró, aunque en el estado no hay reptiles venenosos en peligro de extinción, sí están bajo amenaza. El tráfico, la degradación de su hábitat y el extermino son los elementos que juegan en su contra, la nauyaca arborícola y de frío son las más susceptibles.
La ignorancia del tamaño de las poblaciones también es nociva para esos animales, ya que es difícil observarlos en el campo. Tampoco existen datos exactos sobre el estado de conservación “ya que la mayoría de las personas los matan”, lamentó.
Atribuyó el último hecho a los efectos de las picaduras. Sólo el Hospital General de Comitán de Domínguez de 2009 a 2018 atendió a 144 casos de ese tipo, a razón de 16 por año, es decir, casi uno por mes. El 90 por ciento de las víctimas fueron campesinos.
Los nosocomios públicos sí cuentan con antídotos. Uno de ellos es el antiviperino y otro para el ataque del coralillo. El problema es que están concentrados en las zonas urbanas, no en los centros de salud de las áreas alejadas que son las que más requieren, como en la Selva y la Sierra. La urgencia y la ingenuidad provoca que, ante una mordedura, la gente se unte heces fecales o gasolina, tome alcohol o incluso muerda a la serpiente, sintió.
A pesar de esa situación, aseguró que los reptiles deben conservarse, sean o no venenosos, debido a que cumplen una importante función ambiental. Sólo resta aprender a convivir con ellos con el respeto por delante.
“Condenamos (a picaduras), no estamos, pero siempre habrá un riesgo, porque el contacto se dará en un ambiente en donde ellos viven (…) Las serpientes evolucionaron para no ser vistas. Con mucho cuidado, con mucho ojo, nunca ir solo al campo. Hay que ir lo mejor preparado posible para las actividades del campo”, acotó.
A menos de un mes de creación, la red ahora tiene 17 miembros, que van desde biólogos y médicos, hasta veterinarios e ingenieros geomáticos; mientras que en su cuenta de Facebook están cerca de los dos mil seguidores. Además, lograron vincularse con la Red Internacional para la Atención de Accidentes por Animales Ponzoñosos. En breve empezarán a emitir boletines informativos cada cierto tiempo y a pegar carteles con fines preventivos en hospitales, así como a continuar son las capacitaciones.
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“Nos alegra que las personas se interesen de esta manera por este grupo, quizás uno de los grupos más menospreciados que existen de animales debido al temor que se les tiene, pero ese mismo temor ha conllevado a que tengan interés”, afirmó.
Puede contactar a la Red para la Conservación y Difusión de los Reptiles Venenosos del estado en su cuenta de facebook, Reptiles Venenosos de Chiapas - Red para la Conservación y Divulgación, o bien en el correo electrónico Redvech19@gmail.com
/AP