Si Estados Unidos aplica aranceles a mercancía mexicana, la disposición provocaría en la entidad afectaciones focalizadas y relativas. No obstante, si México replica la medida a bienes provenientes de la Unión Americana, en el estado el impacto sería mayor, debido a que perjudicaría el bolsillo del ciudadano de pie, según la Escuela Bancaria y Comercial (EBC).
El docente del Campus Chiapas, Julio Bonifaz, dijo ayer que en el supuesto de que el gobierno de Estados Unidos imponga las cuotas compensatorias, los productos mexicanos más perjudicados serían los más exportados. No obstante, la entidad sólo participa en una de las cinco mercancías más importadas por la Unión Americana: los vegetales, cuyo intercambio dejó al país durante el año pasado ingresos por 12 mil 500 millones de dólares, más que los hidrocarburos.
Sin embargo, a pesar de que Estados Unidos es el principal cliente de los últimos bienes y Chiapas posee un catálogo de 60 productos agroindustriales exportables con un valor anual de cien millones de dólares, sus envíos a la Unión Americana más jugosos están concentrados en café, ganado y mango ataúlfo. Además, quienes efectúan esta práctica “ya van de bajadita”. Bajo esas condiciones, la preocupación debe ser para las entidades del Norte y no tanto para Chiapas, afirmó.
Por si fuera poco, aseveró, los efectos estarían sintiéndose a mediano y largo plazo, sobre todo entre el consumidor de Estados Unidos, porque la mercancía mexicana será más cara. Ese sobreprecio, aseguró, ayudará al empresariado nacional a mitigar las hipotéticas pérdidas.
“Los importadores no van a absorber el costo. Tampoco los exportadores, como es nuestro caso. El que va a absorber todos estos incrementos es el consumidor. El consumidor final sería el que absorbería esta escalada”, previó.
No obstante, alertó, si el gobierno de este país decide pagarle a la Unión Americana “con la misma moneda”, los estragos serían mayores. Ello porque la mayor parte de la materia prima de algunos sectores económicos de México proviene de Estados Unidos, como la siderúrgica, que compra aluminio en Estados Unidos.
El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), delegación Chiapas, Francisco Gutiérrez Grajales, respaldó el pronóstico, al tiempo de reconocer a la construcción como una industria que mueve la economía local: “La afectación sería en todo lo que es para construcción”.
Bonifaz exhortó a la población a no caer en pánico. El gobierno de Estados Unidos aún no define los mecanismos para implementar su amenaza. Asimismo, existe rechazó a esa disposición en ese país. De concretarse, México pude llevar el asunto a tribunales internacionales en los que lleva la delantera, pues un arancel es una práctica comercial indebida.
Coyunturas como ésta demuestran que es importante que México y el estado diversifiquen los mercados de destino de sus productos, basándose en su demanda por su carácter exótico y en los 12 tratados de libre comercio suscritos por México, puntualizó.