En los últimos años, el mangostán ha ganado popularidad entre la población de México, principalmente sus propiedades medicinales y nutracéuticas. Chiapas destaca como uno de los principales productores de este fruto en el país, tan solo la región del soconusco alberga el 98% de su producción nacional.
Este cultivo ha experimentado un notable crecimiento, convirtiendo a México en uno de los principales productores de esta exótica fruta en América Latina, pues según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), los rendimientos alcanzados son comparables a los de países asiáticos tradicionalmente productores de mangostán.
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Esta es conocida como la "reina de las frutas" debido a su sabor, valor nutricional y alta demanda en los mercados globales. La fruta es apreciada por su sabor único y su textura, y ha ganado terreno tanto en el ámbito culinario como en el de la salud.
¿Cómo es el Mangostán?
El mangostán es un árbol perenne de origen tropical del sudeste asiático, que puede alcanzar alturas entre 7 y 25 metros. Su fruto, de llamativo color púrpura rojizo en su madurez, presenta una pulpa dulce y agria con un característico aroma y sabor cítrico y una textura similar a la del durazno
Esta fruta exótica es altamente valorada por su sabor y consistencia únicos, perteneciendo a la familia de las Gutíferas, caracterizada por ser árboles tropicales presentes en Asia y América. Esta fruta es rica en potasio, favorece la función muscular y previene el endurecimiento de las arterias, además de ser una fuente de fibra que mejora la salud intestinal.
Para su cultivo suele requerir alta humedad atmosférica y puede ser cultivado en diferentes modalidades, como en viveros, a cielo abierto o bajo agricultura protegida. Actualmente su producción se da en el Soconusco, el Norte y la Selva de Chiapas, además ya se vislumbra su cultivo en otras zonas de México, como Jalisco y Veracruz.