Chiapas ocupa el lugar número 18 por la incidencia de casos; anualmente se reportan entre dos a tres casos en la entidad; la prevalencia es mayor en el grupo de 30 a 49 años de edad. El 100 por ciento de los casos diagnosticados se encuentran en tratamiento, con seguimiento cada seis meses.
La lepra es una enfermedad crónica, infecto-contagiosa, causada por la bacteria Mycobacterium leprae, que afecta principalmente la piel, la mucosa de las vías respiratorias y el sistema nervioso periférico; no es hereditaria ni congénita.
Esta enfermedad es prevenible y curable si se detecta oportunamente, pero si no es tratada a tiempo puede ocasionar deformaciones y discapacidades en ojos, manos y pies.
La lepra se transmite por la inhalación de bacterias presentes en la secreción de las vías respiratorias de una persona enferma; se propaga de manera similar al resfriado común, aunque es menos infecciosa.
Los primeros signos de la lepra son: una o más manchas o nódulos en la piel, que no pican, no duelen y pierden sensibilidad; adormecimiento o entumecimiento en los dedos de manos y pies; y alteraciones en el movimiento.
El tratamiento para la lepra consiste en una combinación de tres medicamentos, que dura entre seis meses y un año. Desde 1995, la Organización Mundial de la Salud dona los fármacos para las personas con esta enfermedad.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Lepra, que se conmemora el último domingo de enero, la Secretaría de Salud del estado informa que a través del Programa de Prevención y Control de esta enfermedad se realizan acciones de detección, diagnóstico, tratamiento y vigilancia, con la finalidad de evitar las discapacidades que ocasiona este padecimiento.
Asimismo, dado que es considerada un problema de salud por los prejuicios alrededor de ella, en Chiapas se capacita de manera continua al personal de salud para mejorar el conocimiento y la percepción entre la población sobre la lepra, a fin de disminuir el estigma y la discriminación