No obstante que Chiapas destina aproximadamente un millón 400 mil hectáreas a la agricultura, siendo el maíz el cultivo más importante con casi el 50 por ciento de esta superficie y el café con un 18 por ciento, necesita establecer altos índices de productividad para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional mediante la adopción de mejores prácticas pude reducir sus impactos ambientales y ser más eficiente en el uso eficiente de recursos, afirmó la diputada local del Partido Redes Sociales Progresistas (RSP), Alejandra Herrera.
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Si el campo no produce, las ciudades no comen, el sector agropecuario tienen que ser un factor clave para el desarrollo sostenible, contribuir al alivio de la pobreza y el crecimiento económico con base en la Agenda 2030 que impulsa la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), donde el mandato principal es alcanzar la seguridad alimentaria y nutricional con una mejor gestión de los sistemas de producción, expuso.
Herrera, integrante de la LXVIII Legislatura del Congreso del Estado, expuso que en algunas regiones y municipios de la entidad en la producción de maíz se alcanza 1.6 toneladas por hectárea, existen superficies superiores las cinco toneladas por hectárea, aunque también existen parcelas que tienen una más baja producción, y aunque tenemos una importante producción de caña de azúcar, mango, cacao y hortalizas, no resuelven la seguridad alimentaria y nutricional.
Si bien alcanzamos un hato ganadero de 2 millones de cabezas de bovinos en 1.4 millones de hectáreas es evidente que el desabasto en número de cabezas, ya que a mediados de 1990 se calculaba un inventario de 4 millones, el deterioro de la actividad agropecuaria requiere de diversos en conjunto, así como acciones concretas para reforzar la rentabilidad en el agro chiapaneco, abundó.
Un reto de gran importancia es erradicar el intermediarismo en todas las actividades ya que se lleva un alto porcentaje de utilidades que debieran corresponder al productor, mientras que hace falta la capacitación a los productores para poder ofertar sus productos que satisfagan los estándares de consumo, acceso total e irrestricto al crédito que hoy es escaso, caro e inoportuno, se han dado casos en que cuando se otorgan se dan en un plazo de 4 a 12 meses.
Por otra parte, sugiere obligar a los grandes comercializadores, las grandes cadenas comerciales transnacionales a consumir productos chiapanecos, invertir en capacitación a los productores para que ofrezcan productos que satisfagan sus necesidades, los gobiernos federales y estatales tendrían que servir como garantes a los productores ante la banca para la oferta amplia de créditos, tanto en la banca comercial como la de desarrollo para que el sector agropecuario tenga insumos y equipos necesarios para sus proyectos.
Plantea la urgencia de establecer asociaciones entre productores y la industria, productores de maíz con la industria de la harina, prohibir la salida de becerros en pie, sino que se engorden en el estado para se sacrifiquen en la entidad en rastros tecnificados que puedan abastecer los mercados, prohibir la entrada de carne de fuera del estado.
“Un buen porcentaje de esta proviene de animales de desecho, infestados con diversas enfermedades en detrimento de la salud de la población y causando riesgo a la sanidad del sector pecuario, también provienen de rastros clandestinos sin la debida vigilancia sanitaria”, sostuvo la diputada local de RSP.
Para atender las exigencias del campo es necesario, puntualizó, gestionar ante la banca de desarrollo que los productores obtengan los recursos suficientes y de manera oportuna para que puedan realizar sus proyectos a tiempo, exigir la optimización de los distritos de riego para mejorar la producción, ampliar las zonas de producción con sistemas de riego, gestionar capacitación agropecuaria, promover agro asociaciones entre industriales y productores para que estos obtengan mejores utilidades, promover una organización incluyente que agrupe a todos en la toma de decisiones.