Chiapas, conocido por su belleza natural, también se destaca como uno de los estados mexicanos más propensos a los movimientos sísmicos. Carlos Narcía López, investigador de Ingeniería Ambiental en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), revela que la institución alberga grupos académicos especializados en el estudio de sismicidad, contribuyendo al entendimiento y la preparación ante estos eventos.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) en Chiapas opera con 5 estaciones, siendo una de ellas gestionada por la Unicach, en colaboración con el Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático. Estas estaciones son fundamentales para monitorear y comprender los movimientos telúricos en la región.
No obstante, Narcía López señala que aunque estas estaciones son adecuadas para sismicidad de mediana y alta densidad, una red más extensa sería necesaria para registrar sismos de menor magnitud. El investigador destaca la importancia de la mejora en el monitoreo sísmico en la última década, señalando que anteriormente no existían cuerpos de investigación dedicados a este fin.
Según estadísticas del SSN, Chiapas se ubica en el segundo lugar en sismicidad a nivel nacional, precedido por Oaxaca. El investigador explica que la interacción de tres placas tectónicas, especialmente la Placa de Cocos y la del Caribe, contribuye a la actividad sísmica en la región. La Placa de Cocos, ubicada bajo la Placa de Norteamérica, genera sismos de gran magnitud, mientras que la del Caribe, en el sureste de Chiapas, produce movimientos de menor intensidad.
Solo en noviembre de este año, el SSN registró un total de 2,007 sismos, con magnitudes variando entre 1.0 y 5.1. Los epicentros se concentraron principalmente en la costa del Océano Pacífico, afectando a estados como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, el Golfo de California y el propio Océano Pacífico. El evento más significativo, de magnitud 5.1, tuvo lugar el 2 de noviembre en el Istmo de Tehuantepec, cerca de Cintalapa, Chiapas.
El investigador subraya que la ubicación de los epicentros es crucial para determinar el impacto de los sismos, siendo las zonas costeras las más vulnerables. La interacción de las placas tectónicas, combinada con el monitoreo científico, desempeña un papel crucial en la comprensión y la mitigación de los riesgos sísmicos en la región de Chiapas.
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