La propuesta del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de establecer en la frontera sur una zona libre de impuestos, aun en contra de la Coparmex, acapara la atención por varias razones, por ser la puerta de entrada al país y de salida a Centro y Sudamérica, expuso José Antonio Aguilar Bodegas, empresario chiapaneco.
El ciudadano afirmó que Chiapas acapara la atención por tener la mayor porción de la frontera sur de México con Centroamérica, porque somos la entrada de la migración internacional, la presencia de las pandillas como las maras salvatruchas, de mercancías y porque la frontera sur ha sido olvidada y poco aprovechada por las autoridades federales, estatales y municipales.
Recordemos que en 1990 se estableció la zona libre por parte del presidente de México en ese momento, Carlos Salinas de Gortari, salvo la disminución en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) no hubieron mayores ventajas en materia de desarrollo industrial, ojalá que la experiencia de tantos años no aprovechada pueda generar ahora beneficios.
Si bien es importante la iniciativa del gobierno federal, es más importante la aportación de la sociedad para aprovechar estas oportunidades que se nos presentan, el tema es relevante, la frontera es amplia en los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo, son mil 200 kilómetros lineales y en el caso de los municipios del estado requieren de mejores condiciones de desarrollo, apuntó.
Tenemos en los municipios de Tapachula, Suchiate, Frontera Hidalgo, Metapa, Tuxtla Chico y Unión Juárez, la presión negativa de la migración ilegal, pero también porque somos una región en la que tenemos un destino más compartido con Centroamérica, pero no podemos negar que la frontera sur ha sido olvidada por la federación.
Aguilar Bodegas añadió que la presencia de trabajadores agrícolas migratoria de Guatemala en Chiapas siempre se adapta por sí mismo es un laboratorio para determinar que el libre mercado establece las condiciones necesarias, cuando el valor del quetzal está alto Tapachula no se ve beneficiado, cuando el quetzal está bajo Tapachula se beneficia en la mano de obra, pero se beneficia del pequeño y mediano comercio.
Puntualizó que sin la mano de obra de Guatemala difícilmente podríamos hablar del café, del plátano, del mango, caña de azúcar, entre otros, incluso el trabajo doméstico y el trabajo en las carpinterías, sin ella no podríamos existir económicamente, ni socialmente.
Lamentablemente no tenemos una política de frontera, un programa de apoyo a las ciudades que reciben migración internacional, y en vez de saber aprovechar como una oportunidad la zona fronteriza, la hemos vivido como "desgracia" por falta de la definición de una política migratoria y por falta de un proyecto económico conjunto con los países de Guatemala, Honduras y El Salvador, con quienes tenemos un tratado de libre comercio; no una política de detenernos para que no lleguemos a la frontera norte, apuntó.
Por ello es lamentable que hayan cancelado las zonas económicas especiales y todo lo que le quieran implicar, no vamos a tener una lo que ya implicaba para la región, puntualizó.