- La tradición, adornar las tumbas con la floramarilla.
El cempasúchil es un símbolo inconfundible para lacelebración del Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos, el1 y 2 de noviembre, los mercados son invadidos por esta floramarilla, aumenta el número de personas que en puestos formales einformales expenden el producto en Tuxtla Gutiérrez, expide unolor amargo y su costo se eleva conforme se aproximan los festejos.En las entradas de los panteones en la capital de Chiapas yaaguardan los puestos con la vistosa flor, una belleza por su color,tamaño y fragancia, para muchos es conocida como la flor queilumina el camino de los muertos, o también flor de veintepétalos o veinte flor, y es de un gran valor simbólico en lasociedad. Se cultiva en pequeñas superficies, en los municipios deChiapa de Corzo, Ixtapa, Acala, Zinacantán, principalmente; DoñaJuana Feliciana Vázquez, se dedica a la siembra de la flor decempasúchil desde 1985, su hermano Martín es el responsable de lacomercialización, incluso lleva un promedio de 30 bultos cada añoa la ciudad de Mérida, cada uno tiene un valor de 200 pesos,equivalente a seis mil pesos por cosecha.
En la entrada del centro de abasto “Gustavo DíazOrdaz” o “Juan Sabines”, doña Guadalupe Chandoquí, que viveen la colonia Francisco I. Madero de la capital chiapaneca, tienesu puesto de la flor de la temporada, cuenta que se dedica a venderflores pero en esta temporada sus ingresos son muy buenos, porquela tradición es adornar las tumbas de con este producto.
SIEMBRA CON AMOR
La flor amarilla de Día de Muertos que adorna lospanteones solo una vez al año se cosecha, a finales de octubre ypor única vez se vende a principios de noviembre, se cultivaprincipalmente en los patios, en pequeñas extensiones, depende sudesarrollo del ciclo de la lluvia y se considera que para teneréxito en el cultivo debe sembrar la semilla menuda preferentementela mujer, mejor si es mayor de 60 y 70 años de edad. GuadalupeChandoquí explica que la mujer tiene las manos más delicadas queel hombre, más suaves, siembra con amor, y el tipo de flor es muydelicada, por lo que debe tratarse como tal, con delicadeza, consuavidad; en víspera del 1 y 2 de noviembre abunda su presencia enlos mercados por la tradición de florear las tumbas con estaespecie, mientras que los altares en los hogares resalta el oloramargo.
En el interior de los mercados públicos “LosAncianos”, “Gustavo Díaz Ordaz”, “Rafael PascacioGamboa”, “20 de Noviembre”, ya están listos los comerciantespara atender la demanda, al igual que en la entrada de los campossantos, resalta el color por encima de otras especies, en lascalles, las personas caminan y ofrecen la flor al público. El añopasado la producción fue mayor que ahora, quizás a la mitad de laoferta actual, aunque es posible conseguirla y comprarla pararevenderla. Los comerciantes de alrededor de los mercados se lallevan de estos municipios del centro y altos, los que se dedican aesta actividad tienen importantes ganancias, en un 40 por cientomás sus ingresos a los que regularmente obtienen, debido a que lagran mayoría la usa para depositarla en la tumba de su serquerido. Otros comerciantes exhiben su producto, permitieron tomarimágenes pero no hacer comentarios, el bulto de 40 kilogramoscuesta a 150 y 200 pesos, su ganancia es del doble al venderlo alpueblo en manojos de 10 pesos, cada uno con un promedio de diezflores o 15, pero advierten que aumentará los días 1 y 2 denoviembre su valor.
La gran mayoría de lasfamilias mexicanas usa la flor para su altar o para las tumbas; es,afirman, la flor emblemática de losaltares.
En el interior de losmercados públicos “Los Ancianos”, “Gustavo Díaz Ordaz”,“Rafael Pascacio Gamboa”, “20 de Noviembre”, ya estánlistos los comerciantes para atender lademanda