Cayó 40 por ciento consumo de la tortilla

Demandan profundizar en la crisis de la industria del maíz; fortalecer regulación del mercado para evitar más su caída

ERICK SUÁREZ

  · martes 7 de mayo de 2019

En México hay cerca de 100 mil tortillerías. / Alejandro Estrada

Durante las últimas tres décadas, en el país la ingesta de tortilla disminuyó un 40 por ciento, de acuerdo con el director general de la Fundación Tortilla de Maíz Mexicana, Rafael Mier Sainz Trápaga.

Dijo que esa dinámica genera secuelas en diversos rubros, uno de ellos es el de la salud, pues es el alimento del que los habitantes del territorio nacional obtienen más energía, al generar proteínas.

Toman como reemplazo comestible de dudosa procedencia, caracterizados por la producción masiva estandarizada con insumos como la harina. Para alargar el tiempo de vida, durante el proceso los fabricantes emplean hasta químicos, fenómeno del que no está exento la producción de tortilla, afirmó.



El activista informó que también hay afectaciones para los cerca de 100 mil establecimientos especializados en la venta de ese sustento, con predominio de las micros, pequeñas y mediana empresas; además de la gente que transforma ese comestible en otros, como los tacos.

De igual forma, al haber menos demanda de ese producto, se deja de comer el maíz –grano por excelencia de México que posee de un alto valor nutricional, parte de la cultura e identidad nacional–, del que dependen dos millones de agricultores, destacó.

Sainz Trápaga propuso que el gobierno promueva e implemente una regulación que abone a la creación de mercados justos para la comercialización de ese alimento, que enaltezca a la producción nacional de ese comestible y proteja a los micros, pequeños y medianos agrónomos y/o vendedores de ese comestible.



“La tortilla es un gran generador de bienestar, es uno de los motores económicos más importantes de nuestro país (…) Si no cuidamos mantener la tortilla, perderemos muchos rubros. La gente abandona los campos y migra, hay afectaciones en la economía y cambiamos nuestra dieta por alimentos que no son tan culturalmente arraigados como el maíz”, aseguró.

Planteó que paralelamente los productores estén obligados a dar a conocer los insumos que emplean para fabricar la tortilla, además de promover acciones que contribuyan a conservar la cultura del maíz, como a la readopción de métodos nacionales de cultivo o de aprovechamiento como la nixtamalización.