Cafeticultura como estrategia de desarrollo

Proponen académicos la creación del instituto del café de México

ISAÍ LÓPEZ

  · lunes 25 de marzo de 2019

El café ha sido un producto generador de divisas y sustento económico de miles de familias. / Hugo Sánchez

La Red Mexicana de Investigación para el Desarrollo de los Territorios Cafetaleros (Remexcafe), plantea al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, concebir a la cafeticultura como estrategia de desarrollo regional sustentable que requiere de una campaña nacional de consumo, reposicionar a México como líder mundial en la producción de café sustentable y cafés especiales.

Este organismo conformado por académicos de 11 instituciones científicas, propone el uso de suelo agroforestal, aumentar la productividad, la cobertura arbórea, la escala comercial, el capital humano y la creación del Instituto del Café de México (Icafemex), así como los espacios de participación para la academia.

Mediante un comunicado dado a conocer por la Unidad San Cristóbal de Las Casas del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), la Red advierte que la crisis del sector cafetalero es altamente preocupante y compleja dada sus múltiples dimensiones, la producción ha disminuido de seis millones de sacos hace poco más de 20 años a 2.6 millones en la última cosecha.

Esto ha causado que México pase del sexto lugar en producción mundial, al 10 en este mismo periodo, así como del primer lugar en producción orgánica al segundo, la mayoría de las familias productoras cuentan con pequeñas superficies, en su mayoría menores 1.5 hectáreas, teniendo rendimientos muy bajos, de seis quintales por hectárea como promedio nacional y poco valor agregado lo que provoca baja rentabilidad de la actividad.



Sostienen los investigadores que esto causa que el 70 por ciento de las familias vivan en condiciones de marginación, situación que se agrava por manejarse el café en un mercado especulativo ajeno a la mayoría del sector productivo, los precios actuales internacionales, menores a los cien dólares por quintal, hacen insostenible financieramente la cafeticultura.

El café ha sido un producto generador de divisas, esta situación se agrava por el impacto del cambio climático, nuevos brotes de plagas y enfermedades, la falta de políticas públicas integrales y trans-sexenales, la alta marginación en la mayoría de las zonas cafetaleras, múltiples problemas emergentes como la inseguridad alimentaria, delincuencia, migración, degradación del tejido social y falta de inclusión generacional.



Ante los cambios en los últimos meses derivados de la nueva administración pública federal y estatal, en el sector académico vemos con optimismo varias áreas de oportunidad para la cafeticultura, el desarrollo de una nueva ciencia socialmente pertinente, aunque manifestamos nuestra preocupación por la exclusión del sector académico en la construcción, evaluación y mejoramiento de las políticas públicas sectoriales.