Por primera vez en la historia para el pueblo de Copainalá, se les “cae el cielo”; la tarde del miércoles hubo una lluvia fuerte que duró más de cuarenta minutos, donde “volaron” macetas y los árboles se movían de un lado a otro, además de la caída de granizo como si fuera la semilla de frijol, comentó el señor Roque Hernández que se espantó porque no había visto algo así en el lugar.
Este aguacero, al ser acompañado de fuertes rachas de vientos con un aproximado de 80 a 90 kilómetros por hora, derribó árboles que obstruyeron los tramos carreteros a este municipio, convirtiéndolo en un sólo carril y más peligroso.
Además, las láminas de las viviendas de la cabecera municipal de Copainalá fueron arrancadas, hasta caer a un aproximado de 50 a 80 metros alrededor; para terminar, la energía eléctrica fue interrumpida, por lo que, todo tipo de comunicación eléctrica es nula.
Personal de Protección Civil municipal efectúa un recorrido en esta localidad para ver cuál es el total de afectaciones que dejó dicha precipitación.