Originario del llamado municipio de Pinola, actualmente con el nombre de Villa de las Rosas, es como se le conoce, habita Bersaín Pascacio Cancino, un hombre vidente de 75 años quien ha conquistado corazones en este municipio convirtiéndose en un personaje importante del lugar.
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Pascacio Cancino lleva más de 68 años compartiendo su amor por la música en los rincones de Chiapas, siendo la guitarra su fiel compañera en este viaje musical. Aunque también ha experimentado con otros instrumentos como el acordeón y el bajo, la guitarra ha sido la que lo ha acompañado en cada serenata y evento, debido a su versatilidad y la facilidad de llevarla a cualquier lugar.
Sin embargo, Pascacio Cancino no se considera un compositor en el sentido estricto. Sus canciones nacen del momento, de la improvisación y la inspiración espontánea. Debido a que no escribe las letras, ha tenido que pedir a otros que transcriban sus ideas, lo que, en ocasiones, le ha costado perder la autoría de algunas de sus composiciones. Aún recuerda con nostalgia la época en la que utilizaba grabadoras de cassette para registrar sus canciones, armándolas poco a poco en cada grabación.
"No me denomino [como compositor], pero digo que las improviso. Es que, por el asunto de que no puedo escribir muchas de las canciones que he hecho, he tenido que pedir que me las escriban, y algunos se han adueñado de ellas", comenta con algo de resignación.
Entre sus temas más emblemáticos se encuentra el corrido “¡Viva Pinola!”, dedicado al pueblo que antiguamente llevaba este nombre. "Esa canción, la música la hizo un profesor, Salvador Guillén Alfaro, quien ya se fue a la tumba. La letra la hicimos pensando en el pueblo, que antes se llamaba Pinola", comenta con nostalgia. También ha escrito sobre eventos que han marcado a la comunidad, como una tragedia ocurrida en la Laguna, la cual aún permanece viva en la memoria colectiva de los habitantes de Las Rosas.
Además de su talento para la composición improvisada, Bersaín Pascacio fue pionero en la formación de los primeros grupos musicales electrónicos en Las Rosas. En sus inicios, estos conjuntos contaban con teclados y otros instrumentos electrónicos, lo que representaba una novedad en la región. "Los primeros grupos con teclado y todo eso fueron aquí en Las Rosas. Organizaba los contratos, pero a veces los integrantes solo querían tocar sin ensayar. A la hora de la fiesta llegaban, pero no les gustaba ensayar. No me gustó que solo les gustara ir a trabajar a ganar dinero", cuenta, explicando por qué dejó esta faceta.
Hoy, después de casi siete décadas de música, sigue siendo recordado y admirado por quienes han tenido la fortuna de escucharlo en una reunión o serenata, cantando con una guitarra que ha sido testigo de su vida y su historia.
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