En el Mercado Público Municipal Juan Sabines Gutiérrez bajan las ventas de dulces regionales, el factor que incide en la poca demanda son las altas temperaturas, y aunque los puestos son accesibles en el centro de abastos, en los pasillos de la cuarta avenida sur entre calle central y primera oriente, la caída en la comercialización es drástica, de un 40 por ciento en relación con el 2023, así lo cuenta la señora María Jonapá.
Uno de los dulces que más compra la gente es el de coyol, su elaboración o preparación es artesanal, se despacha en medidas desde los diez pesos hasta la cantidad que el cliente solicite, le sigue el dulce de papaya, el jocote curtido, el nanchi curtido, el jocote con dulce, el higo, el chilacayote, el durazno, el cupapé, tamarindo, su preparación es artesanal, se trata de la transformación de la fruta de la época.
También vende las cocadas, la manzanillita, la calabaza con dulce, el durazno con dulce, su preparación es conforme se va vendiendo los productos, su elaboración es permanente, no puede haber desabasto de los dulces en el puesto, ella lleva 23 años y su mamacita María de Jesús Jonapá Ovilla, vendió en el mismo local unos 50 años, las ventas bajaron por el calor, los consumidores llevan de todo un poco, su domicilio es en el barrio San Francisco, en la once avenida sur poniente.
También consume sus propios dulces, le gusta, los disfruta, le gusta de todo un poco, aunque la papaya no le gusta, prefiere el cupapé, se elabora solo en los meses de mayo y junio, invita a la gente a qué venga a comprar, que se de la oportunidad de conocer la calidad de los dulces, la variedad y los precios bajos, reiteró la comerciante.
Dice que la tradición que inició su señora madre seguramente continuará, ella es la tercera generación, porque quien inicio en la familia es su abuela, quien enseño a su señora madre que destacó en el mercado y le ha seguido ella tras un gran aprendizaje, espera que alguien de la familia le siga más adelante, narra que hay quienes consume los dulces acompañado con la bebida de pozol blanco, o como poste después de la comida.
Las vías son accesibles para llegar al mercado, muchas rutas del transporte público dejan cerca, en los alrededores, que mejor que consumamos lo local y reactivamos la economía local, dice la señora María Jonapá, desde la comodidad de su puesto en los pasillos del mercado en la cuarta avenida sur.
Ahí también se consigue el turrón, el dulce de caballito, la miel orgánica, el tascalate, pinol, cacao, el empanizado de cacahuate, el pan de Ocozocoautla de Espinosa, los dulces que se pueden consumir después de los alimentos.
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