En las ciudades de Tuxtla Gutiérrez y Tapachula se elevó la percepción social sobre la inseguridad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inseguridad Pública Urbana (ENSU) en el cuarto trimestre del 2022 dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), que muestra que un alto porcentaje de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad.
En septiembre del 2022 el 77.2 por ciento de la población en la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez, manifestó vivir en una ciudad insegura y para el mes de diciembre la percepción es del 80.9 por ciento que consideró inseguro vivir en su ciudad, mientras que en Tapachula el 80.4 por ciento consideró inseguro vivir en su ciudad en el mes de septiembre del año pasado y para diciembre el porcentaje se modificó al 81.9 por ciento.
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A nivel nacional en diciembre del 2022 el 64.2 por ciento de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad, las ciudades con mayor porcentaje de población que se siente insegura fueron Fresnillo, Zacatecas, Irapuato, Naucalpan de Juárez, Ecatepec de Morelos y Ciudad Obregón.
En el mes de diciembre del 2021 el 76.0 por ciento de la población mayor de 18 años que vive en en Tuxtla Gutiérrez manifestó inseguro vivir en su ciudad y para diciembre del 2022, esta percepción se elevó al 80.9 por ciento, mientras que en Tapachula, en diciembre del 2021 la percepción sobre la inseguridad fue del 78.7 por ciento y para diciembre del 2022 del 81.9 por ciento.
Los lugares en donde la población se siente más insegura es en los cajeros automáticos, en el transporte público, en las instituciones bancarias, en las calles que habitualmente usa, en las carreteras, en los mercados públicos, en el parque recreativo o centro recreativo, en el automóvil, en el centro comercial, en el trabajo, en la casa y en las escuelas, esto según la encuesta realizada en septiembre del 2022.
Durante el cuarto trimestre del 2022, los resultados de la ENSU revelaron que el porcentaje de la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda se relacionó con: el consumo de alcohol en las calles el 60.6 por ciento; robos o asaltos el 52.2 por ciento; vandalismo en las viviendas o negocios el 42.7 por ciento; venta o consumo de drogas el 39.8 por ciento; disparos frecuentes con armas el 38.3 por ciento; bandas violentas o pandillerismo el 25.5 por ciento; tomas irregulares de luz o diablitos el 14.2 por ciento y el robo o venta ilegal de gasolina o diésel (huachicol) el 3.0 por ciento.
La población de 18 años y más que experimentó conflictos o enfrentamientos, por ciudades de interés, en Tuxtla Gutiérrez en el tercer trimestre del 2022 fue del 26.1 por ciento y en el cuarto trimestre del 22.2 por ciento, mientras que en Tapachula, en el tercer trimestre del 2022 fue del 13.5 por ciento y en el cuarto trimestre del 13.3 por ciento.
Los principales problemas son el ruido, basura tirada o quemada por vecinos, problemas relacionados con animales domésticos, malos entendidos, conflictos con el transporte público o privado, molestias por borrachos, drogadictos o pandillas, conflictos con los hijos de los vecinos, también problemas con trámites y servidores públicos, problemas con establecimientos, problemas son autoridades relacionadas con la seguridad pública, disputas con familiares, gratifi o pintas a su casa, ambulantaje, incumplimiento en cuotas vecinales y conflictos por la compra de productos y servicios privados.
Los problemas más importantes en las ciudades son baches en calles y avenidas, alumbrado público insuficiente, fallas y fugas en el suministro de agua potable, delincuencia, calles y avenidas con embotellamientos frecuentes, coladeras tapadas por acumulación de desechos, parques y jardines descuidados, hospitales saturados o con servicios deficientes, deficiencias en la red de drenaje, ineficiencia en el servicio de limpia y recolección de basura, falta de tratamiento de aguas residuales, mercados y centrales de abasto en mal estado y problemas de servicios derivados del manejo inadecuado de rastros, también se presenta el problema del acoso y violencia sexual.