Aumenta la demanda en el Comedor Comunitario Santo Domingo de Guzmán en Tuxtla

El comedor funciona gracias a las donaciones de benevolentes y la solidaridad de la comunidad

Isaí López / El Heraldo de Chiapas

  · jueves 8 de agosto de 2024

Gran afluencia de migrantes, principalmente de Venezuela / Foto: Isaí López / El Heraldo de Chiapas

El Comedor Comunitario Santo Domingo de Guzmán, administrado por las parroquias de San Roque y San Bartolomé, así como por Nuestra Señora de Guadalupe de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, ha visto un aumento significativo en la demanda de alimentos debido a la creciente afluencia de migrantes, especialmente de Venezuela. Este jueves, el comedor sirvió cochito con arroz y pozol de cacao a un número récord de beneficiarios.

Martha Gabriela Barba, responsable de la Pastoral Social de San Roque y San Bartolomé, supervisa la entrega de boletos para los migrantes que desean recibir su comida. Cada persona recibe un boleto, y algunos optan por recibir adicionales para sus familias. Antes de disfrutar de su platillo, los beneficiarios deben lavarse las manos con agua y jabón en el corredor del Templo de Santo Domingo de Guzmán.

La situación ha cambiado drásticamente desde principios de 2024, cuando el comedor servía entre 100 y 150 alimentos calientes al día. Actualmente, la cifra supera los 250 platos diarios, y la mayoría de los beneficiarios no pagan por sus alimentos, que son donados por generosos bienhechores. La preparación de la comida inicia a las ocho de la mañana, y el servicio concluye alrededor de las dos de la tarde, aunque se extiende si hay más solicitantes.

“Aquí nadie se queda sin comer. Si alguien se acerca a las puertas del comedor, se le atiende con cariño y sin discriminación. Pueden recibir hasta cinco raciones, no importa el aumento en la producción de alimentos”, expresó Barba en entrevista.

Fredi Rondón, un migrante venezolano, agradeció el apoyo que ha recibido. Él lleva cuatro boletos para él, su esposa y sus dos hijos. “No estamos solos. Siempre hay generosidad de las personas. Estamos muy agradecidos con la Iglesia y con quienes nos atienden. Aunque seguimos la ruta hacia los Estados Unidos, en Tuxtla Gutiérrez hemos encontrado la ayuda que necesitamos”, comentó.

En el corredor del Templo Santo Domingo de Guzmán, otros migrantes y locales disfrutan de su comida, algunos llenan sus botellas de agua con pozol. Todos comparten su agradecimiento, pues hoy no han pagado nada por su alimentación.

El Comedor Comunitario Santo Domingo de Guzmán continúa siendo un faro de esperanza y apoyo para quienes enfrentan dificultades, reafirmando el compromiso de la comunidad de atender a quienes más lo necesitan.

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