A sus 10 años de edad y tras ser denominada la niña genio de Chiapas por tener un coeficiente intelectual alto, Michelle Arellano Guillén, disfruta de una vida similar a la de otras niñas y niños.
“Mi vida es normal, juego como cualquier niño, soy curiosa, me gusta correr y estar en actividad todo el día, pero también me gusta me gusta tocar el piano y quisiera aprender a tocar el violín, también las matemáticas son mis favoritas, las disfruto aunque en los concursos me pongo nerviosa”.
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Karina Guillén, madre de la niña genio, señaló que los días de Michelle regularmente son ocupados, pues le gusta estudiar y realizar algunas actividades extra escolares que permitan seguir aprendiendo de forma constante.
“Pues hace actividades como de natación de 3 a 5, posteriormente se va a matemáticas de 5 a 6 y de 6 a 8 practica basquetbol, esos son los días lunes, miércoles y viernes; y martes y jueves solo hace natación y basquetbol y no lleva matemáticas”.
Por las mañanas, Michelle estudia medicina en línea en una escuela privada, mientras que en otras ocasiones acude asiste a otra escuela para convivir con estudiantes de su edad, para poder interrelacionarse y aprender nuevas cosas, mientras que dos o tres veces por semana va a la Escuela de Medicina de la UNACH como oyente, pero lo mejor es disfrutar es de algunos pasatiempos.
“Me gustan hacer experimentos y también como coleccionar cosas, por ejemplo yo colecciono como algunos bichos, como por ejemplo el chapulín, mariposas, escarabajos y algunos otras…Tengo cuatro perros y dos gatos, no un gato adulto y dos bebés”.
Cuenta la mamá de Michelle, que los juegos que ella hace son cálculos mentales o juega a deletrear palabras en inglés o en algún otro idioma, cosa que a muchos niños ese tipo de juegos se les hace aburridos, por lo que también su grupo de amigos es reducido, ya que no comparten los mismos intereses y por lo tanto no se adaptan.
Michelle es hija única, pero tiene la fortuna de contar con una gran familia, dos primas y Elisa, una gran amiga a quien considera su hermana pues comparten el gusto por la natación, lugar donde fomentaron su amistad y coinciden algunas tardes para aprender pero también divertirse.
A pesar de su corta edad, Michelle tiene grandes sueños, pues quiere ser médico cirujano con especialidad cardiovascular, también bióloga marina y actriz de televisión y de películas de terror.
Sin duda, la vida de Michelle dio un giro de 180 grados, pero su familia la acompaña e impulsa en cada competencia y en cada sueño, señala su madre.
“Estamos tratando de que ella pues tenga una infancia feliz, siguiendo paso a paso, sin presiones, hasta donde ella de su capacidad y siempre respetando esa niñez, pues actualmente tiene 10 años y queremos que viva la infancia lo más alegre posible”.
Actualmente la niña genio tiene más de 40 medallas y trofeos de distintas competencias de la que resultó victoriosa y recientemente se estrenó como divulgadora de la ciencia.