La Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez con sus 76 parroquias, 23 de ellas de la capital, inició este lunes las actividades del Trienio Jubilar hacia su 60 aniversario, para renovar pertenencia a la iglesia; iglesia peregrina que camina haciendo el bien, así lo expuso desde la Catedral Metropolitana de San Marcos, el arzobispo Fabio Martínez Castilla.
En el atrio de la Catedral Metropolitana de San Marcos, el arzobispo Fabio Martínez Castilla y el obispo Auxiliar, José Luis Mendoza Corzo, presidieron la celebración eucarística en la que se introdujo la imagen de San Marcos, Virgen María y el banderín que identificará a todas las actividades parroquiales de aquí a los próximos tres años, cómo signo de unidad, de fraternidad y de paz, para un nuevo pentecostés, que nos habrá a un nuevo caminar para caminar con el pueblo con un nuevo ardor.
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Venidos de diferentes parroquias de 44 municipios de la entidad, fieles asistieron con sombrillas para hacer frente al calor, sacerdotes con paraguas, algunos con sombrero, otros permanecían de pie bajo el sol, aunque muchos más buscaron cobijo bajos los árboles de laurel. Gratitud y compromiso acompañarán el Triduo Jubilar, enfatizó el arzobispo.
Martínez Castilla dijo que proclamamos el inicio del Trienio Jubilar, con gozo y con esperanza, es una ocasión actualizar y concretar el lugar dónde hemos sido llamados a ser Iglesia; la iglesia particular de Tuxtla Gutiérrez a partir del año 1965, ha seguido un itinerario de servicio a favor de la fraternidad, y la paz, ahora la gratitud y el compromiso son las dos actitudes fundamentales que deben acompañar nuestro Trienio Jubilar.
Los obispos, sacerdotes y laicos con sus seis vicarías y 10 decanatos iniciaron un nuevo camino con tareas específicas, con un gran reconocimiento a sacerdotes y obispo difunto, Don Jose Trinidad Sepúlveda Ruiz Velasco, su primer obispo, se trata de avivar esta cercanía con nuestro pueblo llegando a los más alejados y golpeados por la cruz del sufrimiento, con el caminar de los laicos para llegar a los diferentes ambientes de la vida social, laboral, educativa, económica y política.
En su Carta Pastoral enviada a todas las parroquias expone el arzobispo que necesitamos juntos reconstruir el tejido social, que se encuentra muy deteriorado y que ha desintegrado nuestras familias por la falta de valores, de trabajo, por la inseguridad, la falta de oportunidades para todos y de una educación integral, somos parte de una sociedad que quiere vivir sin Dios y que pone su corazón en el poder del dinero, en el placer, en el libertinaje del sentirse bien sin importar la verdad, la dignidad de la persona y el bien común.
Vivimos tiempos difíciles, que tenemos que afrontar como levadura en medio de la masa para vencer al mal a fuerza de bien, necesitamos crear espacios de encuentro con Dios que propicien la recuperación de la identidad de la persona y de su dignidad, así como la misión fundamental de la familia, por la escucha de la palabra, por la oración, y en el diálogo que permitan a los hombres y mujeres, y a los jóvenes especialmente encontrar respuestas acertadas para responder a los desafíos y anhelos de sus vidas.
Urge que sembremos semillas de reconciliación empezando por las familias, que nos lleven a reconocer al otro como nuestro hermano para así propiciar una fraternidad solidaria que nos ayude a crear condiciones de un desarrollo integral, del que todos somos responsables; urge que caminemos con los adolescentes y jóvenes para darles respuestas adecuadas a sus inquietudes y realidad con el rostro de Cristo joven, que los hace felices con rumbo y sabor en la vida, desde luego sin descuidar a los niños.
El arzobispo Fabio Martínez Castilla informó a sacerdotes, religiosas y laicos que el 25 de julio del 2025 serán clausuradas las actividades, el primer año se celebrará el don de María, el segundo año el don del sacerdocio y el tercero año el don de la eucaristía, caminando en sinodalidad, con humildad y confianza, para así lograr el propósito, reconstruir el tejido social muy deteriorado, vivimos tiempos difíciles pero hay que vencer al mal con el bien, puntualizó.