El Colectivo Menos Puentes más Ciudad se manifiesta este sábado 25 de marzo una vez más en defensa de 485 árboles que serán derribados por autorización del ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez que preside Carlos Orsoé Morales Vázquez, para la construcción del Circuito Interior "Chiapas de Corazón, un segundo piso para enlazar los libramientos norte y sur, con una longitud de más de dos kilómetros, con una inversión de los 2 mil 300 millones de pesos.
La concentración inició en el árbol de huanacaxtle Patrimonio de Tuxtla Gutiérrez frente al Reloj Floral, en frente del parque Joyyo Mayu y Tuchtlán, luego el contingente de ciudadanos caminó hacia el parque Joyyo Mayu.
En ese sentido, Joseliny Díaz Torres, representante del Colectivo Menos Puentes más Ciudad, explica la caminata en silencio del puente peatonal del Reloj Floral hacia el interior del parque Joyyo Mayu es para manifestar el deseo de defender a las especies de árboles que ahí existen, y que de construirse el Circuito Interior estarían rodeadas de concreto a través de los puentes.
En el parque Joyyo Mayu existen especies de mango, chicozapote, coyol, almendra, palmeras, guayaba, pochota, guanacastle, platanar, bambú, cupape, cuernecillo, flamboyan, cuahulote, zapote negro, aguacate y sabino que crecen a la orilla del río Sabinal, afluente que divide este parque con Caña Hueca.
"En cualquier momento nos pondrán un puente para el 11 por ciento de la población que usa autos particulares, y cero pesos para el 89 por ciento de la población que usa el transporte público".
En el área de impacto del proyecto denominado Circuito Interior refiere la presencia de mil 134 árboles, la obra estaría rodeando Caña Hueca, Tuchtlán y Joyyo Mayu, que en conjunto suman 29.25 hectáreas con más de ocho mil árboles que eliminan m 886 kilogramos de contaminantes en el aire, refugio de 144 especies de aves.
Durante la manifestación exhiben el proyecto "Corazón de Tuxtla" que propone el desarrollo de calles completas que consoliden el corredor biológico, cambiando la boca ion de la quinta norte poniente de 80 kilómetros por hora a una calle completa pacificada de 40 kilómetros por hora, que potencie la relación entre los y las peatonal con su espacio público y su biodiversidad.
El rediseño de la calle parte de la glorieta del Reloj Floral, que une los parques, hacia la glorieta de la jícara con el conejo que mira a la luna y hacia la intersección del boulevard Belisario Domínguez, dónde antes hubo la glorieta de Mactumactzá con su fuente icónica.
Se plantea crear un gran parque metropolitano como corredor biológico, pantalla 480 árboles nativos, conectando el follaje de ambos lados de la calle para dar sombra ininterrumpida a personas y crear espacios de refugio, alimento y reproducción de especies. A través de 4 mil 650 metros cuadrados de jardines de lluvia, retener y absorber escarnecías para mitigar inundaciones, regar árboles y filtrar el agua que desemboca en el río Sabinal.
A la vez, sustituir tres puentes peatonales por seis cruces a niveles seguros, poner 2.2 kilómetros de ciclovía de 2 metros confinada, y de carril confinado para el transporte de 3.5 metros de ancho y once para uses dobles. Optimizar los flujos viales con nueva semaforización y esquema de preferencias, banquetas continuas y bien iluminadas con accesibilidad universal y colocar materiales y señalética para una velocidad de 40 kilometros por hora.
También prevén conservar el patrimonio cultural y crear un distrito de 15 minutos turístico, conservar dos Monumentos, el reloj floral, la jícara con el conejo que mira a la luna y reconstruir el conejo de la fuente Mactumactzá, crear 8 vestíbulos nuevos a los parques y al río, con mobiliario de descanso y activar las tres glorietas para la cultura tuxtleca de salir a tomar el fresco y el comercio local.
Mientras tanto, Karla Escobar, del Colectivo Menos Puentes más Ciudad, insistió que la defensa de los recursos naturales seguirá frente a la determinación del presidente municipal, Carlos Morales Vázquez y los regidores, José Ranulfo Esquinca Kobeh, María de los Ángeles Suárez Domínguez, William Alexis Velázquez Cruz, Jary Vanessa Peña Quan y Marcela Castillo Atristain, que autorizaron el derribo de 475 árboles.
"Que jamás se les olvide a los habitantes de Tuxtla Gutiérrez quienes son los servidores públicos municipales que votaron a favor de derribar 485 árboles en las inmediaciones de los parques Tuchtlán, Caña Hueca y Joyyo Mayu. Ciudadanos, que jamás se les olvide quienes apoyaron una vez más a la destrucción de nuestro patrimonio natural".
¿Cuánto más vamos a permitir que nos quiten?, insistieron al referirse al ayuntamiento del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que autorizó la destrucción de estos árboles, y recalcaron ya basta de proyectos sin sustento técnico, de falta de transparencia, de falta de participación ciudadana, de falta de visión para el futuro y de decisiones que nos dejan más vulnerables ante el cambio climático.
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