La parte favorable de la pandemia del SARS Cov2 (Covid 19) desde el 25 de febrero a la fecha que ha registrado 6 mil 49 casos acumulados y 516 defunciones, es que las niñas, niños, adolescentes y jóvenes han pasado más tiempo con sus padres, lo que no había sido posible por largas jornadas de trabajo.
De acuerdo psicólogo clínico Juan Carlos García García, de la dirección de Salud Mental y Adicciones de la secretaría de Salud, adscrito al Centro de Rehabilitación Psicológico Post Covid 19, en Tuxtla Gutiérrez, la nueva normalidad de la vida pública y privada debe considerar mayor convivencia entre los padres e hijos.
Tiene que ser de manera rutinaria, no por una situación fortuita o desafortunada el que los padres tengan que seguir más tiempo junto a sus hijos, eso les dará más apoyo, más seguridad, mayor respaldo en el desempeño de sus actividades escolares, resaltó.
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La pandemia ha generado escenarios muy complejos para toda la sociedad, sobre todo, entre la familia de enfermos y de quienes han perdido un ser querido, sin embargo, hay que aprovechar la unidad, un elemento sustantivo que aportará agregados familiares para el crecimiento de los menores y el rescate de valores.
Precisa que este acercamiento tendría que ser con todos los tipos de familias, todas están obligadas a transmitir los valores, las habilidades, los saberes y los haberes como la capacidad de sobreponerse a las adversidades, necesitamos familias amalgamadas, no desintegradas o en riesgo.
De acuerdo con el psicólogo clínico, si bien el Covid 19 ha roto la rutina a la que estaba acostumbrada la sociedad, hay que sacarle provecho a esta realidad, es decir, recuperar los valores que se han perdido y que ha llevado a muchos adolescentes y jóvenes a las adicciones y garantizar el cobijo a los hijos.
García García advierte riesgo que los niños, adolescentes y jóvenes pasen mucho tiempo con los medios electrónicos, ahora hay que buscar empatía, más tolerancia y vigilancia de los padres a los hijos en el uso de la tecnología, hay que estar al pendiente de sus necesidades, escucharlos y aprender juntos nuevos estilos de vida.
Puntualizó que muchos menores son atrapados por delincuentes en las redes sociales, pero en este caso, cuando los padres vigilan o están al pendiente de sus hijos con el uso de las tecnologías es garantizarles protección y seguridad, lo que había hecho falta antes de la pandemia.
