La explotación del ámbar adquirió importancia desde finales del siglo XX y sobre todo en los últimos cuatro años, al conjuntarse varios procesos: la desaparición de las fincas y la crisis de la economía campesina como resultado de las políticas neoliberales impulsadas por el Estado mexicano, señala Sonia Toledo Tello, en su investigación denominada "La fiebre del ámbar en Chiapas. La minería en una región agraria".
Esta investigación publicada en la revista Estudios de Cultura Maya, también precisa que la fama que adquirió esta resina, fue a partir de la difusión masiva en el cine y la literatura de los descubrimientos científicos sobre la preservación del ADN en los fósiles, así como las reformas y apertura de la economía de la República Popular China al mercado global.
Estás acciones permitieron la llegada de algunos grupos en busca de esta gema cargada de símbolos y misticismo, para colocarla en ciertos nichos de los mercados estadounidense y chino, principalmente, a través de la joyería, los rosarios budistas y los spas más modernos y lujosos.
Además, menciona que la convergencia de estos procesos con la enorme disposición de ámbar en la región norte de Chiapas, donde se ubica Simojovel, convirtieron de nuevo al municipio en un lugar de atracción laboral.
"En los últimos años, gracias a las minas, el lugar nuevamente adquirió el papel de importante receptor de población, en especial de jóvenes de familias campesinas empobrecidas en busca de alternativas económicas", explica.
También destaca que “con los elevados precios que ofrecían, los compradores chinos provocaron la apertura de un gran número de minas en distintas localidades del municipio de Simojovel y de varias más de la región".
En tan sólo cuatro años extrajeron la resina de mejor calidad y causaron serios daños en el espacio físico al incitar la perforación de varios cerros. Sin embargo, a pesar de la crisis en la que está, la agricultura aún es una de las actividades importantes en la zona.