En el interior de la Catedral Metropolitana de San Marcos en Tuxtla Gutiérrez erigen un altar para recordar a los sacerdotes difuntos, presentan doce fotografías de misioneros que pisaron estás tierras, entre ellas la de monseñor José Trinidad Sepúlveda Ruiz Velasco, el primer obispo, sepultado en el extremo izquierdo del altar de este emblemático templo en el corazón de la ciudad.
Le siguen las imágenes de los sacerdotes Roberto Copoya, Federico, Amílcar, Regino, Roberto Trejo, Pedro Ruiz, Lorenzo, Modesto, Augusto Ballinas y Santiago, en el piso ya sido colocada juncia, Ramos de flores de cempoazuchil, las fotografías de los sacerdotes se encuentren en medio de las imágenes de San Martín de Porres, San Benito y San Judas Tadeo.
Don José Trinidad Sepúlveda Ruiz Velasco fue nombrado arzobispo de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez el 20 de mayo de 1965 y consagrado obispo el 25 de julio de 1965, tras varios años en la capital de Chiapas, fue nombrado obispo de la diócesis de San Juan de los Lagos en el estado de Jalisco el 12 de febrero de 1988, donde permaneció hasta su jubilación el 20 de enero de 1999, nació el 30 de marzo del 1921 en Atotonilco el Alto, falleció el 4 de septiembre del 2017 en Ayotlan y fue sepultado en esta Catedral Metropolitana de San Marcos.
En todas las parroquias, 76 en la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez en 44 municipios, 23 de ellas en la capital del estado, se celebran misas en memoria de los seres queridos, alguna en los panteones, se encienden velas y generalmente ninguna tumba queda sin flores y luz.
Pero la lglesia ha querido recordar que en el cielo hay muchísimos santos que no cabrían en el calendario. Por eso nos regala esta fiesta de "Todos los Santos" el 1 de noviembre abarca a todas las personas que ya están en el cielo, multitudes de santos desconocidos por nosotros pero amadísimos por Dios.
La fiesta de Todos los Santos no es solamente para recorder a las personas que están en el cielo, sino también una invitación a ser santos y poder vivir un día en el cielo junto a Dios. Durante los días que preceden se realizan frecuentes visitas a los cementerios con toda clase de flores, es un rito de recuerdo y homenaje a nuestros familiares.
Al día siguiente de Todos los Santos, la Iglesia celebra a los Fieles Difuntos que han llegado al término de su vida y pide por sus almas, recordando que todos formamos un solo cuerpo en Cristo Jesús y que la fe en la resurrección descansa en la fe en Dios que, no es un Dios de muertos sino de vivos. Por ello la Iglesia, desde la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez dice no al Halloween.