Tuxtla Gutiérrez.- En diversos municipios del estado presidentas municipales son víctimas de presiones por haber ganado la elección del 1 de julio del 2018 y por ejercer el cargo constitucional del que tomaron posesión el 1 de octubre del año pasado, la fuerza de los varones se sigue imponiendo, cuando lo urgente debe ser la atención a los rezagos sociales.
El presidente de la Comisión de Pueblos Indígenas del Congreso del Estado, Mario Sántiz López, hace un llamado a ponerse de acuerdo, a privilegiar el diálogo, a construir un gran proyecto incluyente que atienda los rezagos ancestrales, los presupuestos son insuficientes y ante ello, urge una planeación integral.
En el municipio indígena de Mitontic, ejerce el cargo de presidente municipal, Erasto Ordóñez, y no su esposa la presidenta municipal, Manuela Martínez Icó, en tanto en Ostuacán, también ejerce el cargo Eliezer Vázquez, en lugar de su esposa la presidenta municipal, Madahí Cadenas Juárez.
En El Bosque, la presidenta municipal Aurelia Sánchez López, es rebasada por su hermano, el regidor Mario Sánchez López; en Aldama, el malogrado síndico Ignacio Pérez Girón, ejercía las funciones que correspondían a la presidenta municipal, Verónica Ruiz Pérez.
Por otra parte, el Chalchihuitán, fueron separados del cargo y vinculados a proceso penal la presidenta municipal y el síndico, Margarita Díaz García y Hermelindo García Núñez; Alejandra Isabel Martínez Ara, también enfrenta presiones de las comunidades.
En el municipio de Arriaga, donde se dio la destitución del presidente municipal y a un no hay conformidad por la conformación de la autoridad municipal, tienen que ponerse de acuerdo, por otra parte, en Bochil, donde la población demanda la entrega en efectivo de los recursos públicos, hay que construir puentes de entendimiento con el alcalde Gildardo Zenteno Moreno.
Mientras tanto, en Chamula, donde hay un rechazo al presidente municipal, con Ponciano Gómez Gómez, urgen acuerdos, comunidades han integrado lo que llaman concejo municipal, y no debe romperse el diálogo, mientras que en todos los municipios gobernados por mujeres debe generarse las garantías para el desempeño de sus funciones, hay que cerrar el paso a la violencia.