La base trabajadora del gobierno del estado, conformada por cuatro mil trabajadores, ha sufrido estragos desde hace seis años por los conflictos internos que impiden la indefinición de la dirigencia del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (STSGE); desde hace un año inició el proceso interno para la elección del 2 de octubre y se espera, una vez más, imposición, expuso Gabriel Molina Ruíz, delegado de la secretaría de Obras Públicas.
En el proceso electoral interno que ha comenzado, se ha propuesto la participación solamente de dos planillas, dirigidas por Claudia Ulloa y Martín Castillejos Vázquez, y respaldado por la Comisión Electoral, guiado por Jorge Alberto Gutiérrez, a convocatoria del 19 de agosto para el sufragio en mención.
Expuso en conferencia de prensa, que enfrenta un proceso de expulsión por exigir transparencia pese a 37 años de servicio público y denunciar imposiciones de la dirigencia del STSGE, toda vez que pretenden imponer desde las instituciones públicas a Claudia Ulloa.
Las votaciones se van a judicializar y habrá demandas ante el Tribunal del Servicio Burocrático, ya que se usa a la burocracia para fines políticos, económicos y sin conceder a la base trabajadora las prestaciones establecidas en la Ley Federal del Trabajo y en los Contratos Colectivos de Trabajo.
Tras más de 16 años de ser delegado de la Secretaría de Obras Públicas, acusa que en las dependencias públicas estatales hay negación de derechos ante el desorden y caos que se ha suscitado entre el personal: no hay aumento salarial, prestaciones económicas, mejoría en la seguridad social, ni crédito para la vivienda, seguro de vida, caja de ahorro, entre otros.
Ha acudido al Tribunal del Servicio Burocrático en demanda de un recurso de consideración ante la exclusión del proceso interno, aunque advierte que la intensión de los grupos políticos internos es dejarlo fuera, lo que evidencia que el STSGE es rehén de grupos de poder político.
El último dirigente fue Ricardo Cruz Cuello, del 2010-2013, y luego el proceso de elección de ese año inicio con un conflicto que no termina y amenaza con prolongarse por tiempo indeterminado, puntualizó Molina Ruíz.
Desde el 2013 este sindicato no cuenta con una dirigencia, por lo que están suspendidos todos los derechos de los burócratas