A pocos días de la Navidad 2023, mientras muchos se preparan para celebrar en familia, algunos adultos mayores enfrentan la triste realidad de vivir solos y desamparados en las calles de Tuxtla Gutiérrez. Para ellos, esta temporada festiva no trae consigo el calor de un hogar ni la compañía de seres queridos.

Don Roberto Mejía Mendoza, de 70 años, relata su experiencia de vivir en la calle durante los últimos 15 años. Abandonado por su familia, Don Roberto sobrevive en la esquina de la segunda poniente y octava sur. Aunque espera convivir con la gente que lo salude en la calle en Navidad, su hogar es la banqueta, y el alcohol se convierte en su refugio para soportar el frío.

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En una situación similar se encuentra don Elías Domingo Díaz, de 77 años, originario de Chamula. Sentado en las calles de Tuxtla, vende chicles para subsistir y enfrenta limitaciones físicas que dificultan su movilidad. Sin familia y sin comprensión de la festividad navideña, espera poder reunir lo necesario para visitar su pueblo natal después del 25 de diciembre.

Don Joaquín Díaz, de 61 años y originario de Suchiapa, recibe la pensión para el bienestar de los adultos mayores. A pesar de ello, su realidad es pedir limosna para completar su manutención. Aislado y sin familia cercana, espera pasar solo la Navidad en la calle.

Por otro lado, Manuel Pathistan, a sus 77 años, vende dulces y chicles en Tuxtla Gutiérrez. Aunque tiene poco conocimiento de la Navidad, recuerda con nostalgia el carnaval de su pueblo, Chamula, y espera poder vender sus productos el 24 de diciembre.

Estas historias reflejan la cruda realidad de algunos adultos mayores en Tuxtla Gutiérrez, enfrentando la soledad y la indiferencia en una época que debería ser de alegría y unión familiar. En medio de la abundancia de la temporada navideña, estas personas mayores luchan por su supervivencia diaria, esperando encontrar un poco de calor humano en las calles que llaman hogar.