José Antonio Chiñas Vaquerizo director del Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Tuxtla Gutiérrez, reveló que se ha incrementado el número de casos de fiestas clandestinas de adolescentes en el estado y en consecuencia el consumo de sustancias tóxicas, pues tan solo en 2021 atendieron a un total de 300 adolescentes mientras que en lo que va de este año se ha incrementado a casi 400, de los cuales el 82.6 por ciento fue por consumo de alcohol y el resto por otras drogas.
“Como sabemos la mayoría de las personas fueron afectadas mucho por el impacto de la pandemia, desde el punto de vista emocional entonces una manera también del incremento de estas sustancias ha sido justamente por la cuestión del estrés, la depresión, que están asociadas al consumo, nunca hay que olvidar el impacto que tiene las redes sociales, ahora en tiempo real nos damos cuenta de los problemas que están ocasionándose en muy diversos sectores como el educativo”.
Con base a la experiencia del Centro de Integración Juvenil, la sustancia tóxica más consumida por la mayoría de las personas es el alcohol, ya que es una droga considerada como de inicio porque en las primeras experiencias es con el alcohol en el cual las personas empiezan a tener ese contacto con las sustancias y en las fiestas clandestinas de los jóvenes sucede lo mismo, siendo el de la marca Tonayán que más se consume y que muchas veces es adulterado con alcohol metílico (metanol).
“De manera muy clásica antes se tenía el consumo del alcohol y tabaco, con el avanzar del tiempo y con nuevas prácticas de consumo ya se hizo también el consumo de marihuana, el consumo de cocaína que muchas veces va de la mano con el alcohol porque por los efectos antagónicos la cocaína como un poderoso estimulante el alcohol es depresor, entonces tiende a asociarse, pero después de que ya hubo un consumo prolongado”.
El especialista señaló que en Chiapas también hay otras drogas que potencialmente en las reuniones de jóvenes y adolescentes se consumen, como por ejemplo el crac, cristal, metanfetaminas, aunque hay algunas que son de mayor impacto y de mayor preferencia.
“Difícilmente se puede dar el consumo de una sola sustancia, siempre se combinan muchas veces por el efecto contrario que llevan a la persona”.
Este tipo situación se ponderó a raíz de la pandemia, ya sea de forma presencial o a través de estar en contacto mediante una de las plataformas digitales, de tal suerte que el consumo de esta sustancia es de tipo social y de compartir con otras personas.
Anteriormente las famosas aguas locas eran las sustancias tóxicas que se consumían en las fiestas clandestinas, las cuales derivaban en una intoxicación etílica, sin embargo, los tiempos han cambiado y ahora las y los jóvenes le apuestan a drogas más potentes.
Cabe destacar que el mes pasado la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas (REDIAS) hizo un llamado a las autoridades de Salud y Educación Pública para implementar intervenciones masivas en municipios como Zinacantán, Chamula, San Andrés Larráinzar y Chenalhó, debido al aumento de suicidios en adolescentes y jóvenes de los Altos de Chiapas.