La Red Nacional de Refugios ha registrado un incremento en los feminicidios, delitos sexuales y violencia familiar. De esta situación, se desprende otra pandemia en la que las víctimas son las niñas.
Chiapas, según datos recabados por Diario del Sur con fuentes de gobierno, puntea en este flagelo que consume a la sociedad mexicana.
Frente a esta realidad, las colectivas y organizaciones feministas han estado históricamente en la primera línea de actuación
“Frente a esta realidad, las colectivas y organizaciones feministas han estado históricamente en la primera línea de actuación acompañando a las mujeres en situación de violencias”, puntualizó Wendy Figueroa Morales, directora de esta red nacional de refugios en México.
La activista señaló que a nivel nacional, de marzo a octubre se han realizado 37 rescates de mujeres y en su caso, sus hijas e hijos en situación de riesgo, dos de ellos internacionales. En septiembre y octubre 3.78% de mujeres reportaron violencia feminicida, 4 de cada 100 mujeres reportaron intento de feminicidio.
Desde agosto 2020, mes en que inició la colaboración entre la Unión Europea en México y la RNR en favor del derecho de las mujeres a una vida libre de violencias al mes de octubre, la RNR ha ofrecido atención integral especializada a 11,413 personas, lo que representa un aumento del 32% respecto al mismo periodo del año pasado.
“A 8 meses de la crisis sanitaria por COVID-19 las violencias contra las mujeres, niñas y niños continúan en aumento, de marzo a octubre han sido atendidas 22,715 mujeres, niñas niños y adolescentes a través de los Centros de Atención Externa y Refugios de la RNR. De las mujeres atendidas el 98% son mexicanas, el 2% extranjeras y una de cada 10 es indígena”, explicó.
Por su parte, la organización social Reinserta, con presencia también a nivel nacional, expuso que las cuatro entidades que puntean en caso de agresiones a mujeres menores de edad, son Chiapas con 13.8 por ciento; le sigue Michoacán con 13.3; Guerrero con 13.0 y en cuarto sitio Oaxaca, con 12.2 por ciento.
Según esta organización, los datos están concentrados en los archivos de la Secretaría de Gobernación.
Apenas hace una semana, la activista Elsa Simón Ortega reveló que el 2020 ha sido un año preocupante en cuanto a vulnerabilidad de niñas. El año, dijo, inició con la violación y decapitación de una menor de edad en el ejido Faja de Oro, en Cacahoatán, después esta estela de violencia se hizo extensiva a otras regiones de la entidad y el país.