En el estado de Chiapas, se registran alrededor de mil nuevos casos de violencia sexual contra menores cada año, según la Fundación Granito de Arena. Las víctimas son desde bebés recién nacidos hasta adolescentes de 17 años, y los agresores incluyen a padres, madres, abuelos, tíos, vecinos, maestros e intendentes de centros educativos. Desafortunadamente, el sistema de justicia ha quedado a deber en la investigación y sentencias contra los perpetradores.
En los últimos diez años, la Fundación Granito de Arena ha atendido a más de 2,500 menores con atención psicoterapia, médica, asesoría legal y acompañamiento. En la actualidad, atienden a 58 menores de manera permanente y otros 15 están en lista de espera para ser atendidos.
También puedes leer: Anuncian carrera en busca de fondos para niños víctimas de abuso sexual
La representante de la fundación, Eunice Figueroa Ruiz, dijo que la violencia sexual contra menores en Chiapas está en aumento y falta garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes a una vida libre de violencia y el acceso pleno a la justicia. En 2020, se documentaron mil 399 carpetas de investigación en contra de los agresores, pero sólo se ejecutaron 110 órdenes de captura por parte de la Fiscalía General del Estado y se lograron sólo once sentencias condenatorias por parte de jueces del Tribunal Superior de Justicia.
En 2021, se emitieron 150 órdenes de captura contra agresores y sólo se alcanzaron 55 sentencias. La violencia sexual contra menores en Chiapas va desde tocamientos, enseñarles pornografía, la penetración con cualquier objeto hasta la violación, y en muchos casos ocurre en círculos cercanos a las víctimas.
La atención a las víctimas tiene que ser psicoterapia, ya que existe el riesgo de que una víctima se convierta en agresor. Los padres tienen que saber escuchar a sus hijos, y la prevención incluye enseñarles a distinguir sus derechos, los nombres de las partes de su cuerpo, y no obligar a los infantes a dar un abrazo o un beso a quien no quieren.
La sociedad necesita entender y atender a la infancia, la parte más vulnerable de la sociedad, y prestar atención a los focos rojos que se encuentran en los municipios de los Altos de Chiapas, donde se registra la mayor incidencia de este tipo de delitos. Incluso en los casos en que los menores hablan solamente su lengua materna, se necesitan traductores para denunciar los peligros.
Es importante que se tomen medidas para proteger a la infancia de la violencia sexual y que se haga justicia para las víctimas y sus familias.
¡Agréganos al WhatsApp y entérate de todas las noticias ⬇️