La despenalización del aborto a nivel federal, aprobada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), marcó un avance histórico en la lucha por los derechos reproductivos en México, sin embargo, este derecho enfrenta obstáculos significativos que evidencian las desigualdades sociales y económicas en el país. Aunque se han logrado avances, como la despenalización del aborto en 19 entidades del país, muchas mujeres todavía enfrentan barreras significativas debido a restricciones legales, estigmatización y falta de servicios de salud adecuados. La situación varía enormemente según el estado o la región y las condiciones socioeconómicas de las mujeres.
Desafíos legales y sociales
En estados como Querétaro, donde el aborto está penalizado salvo excepciones, casos como el de Esmeralda, una adolescente indígena acusada de homicidio tras un aborto espontáneo, destacan las dificultades que enfrentan mujeres vulnerables. Estos casos subrayan no solo la falta de acceso al aborto seguro, sino también la criminalización y la violencia institucional hacia mujeres en contextos desfavorecidos
Servicios de salud limitados
Incluso en estados donde el aborto es legal, las deficiencias en los sistemas de salud son un obstáculo. Según expertos, la falta de personal capacitado, insumos adecuados y sensibilidad cultural limita el acceso igualitario. Además, el acceso de las mujeres indígenas a un aborto seguro y gratuito se ve obstaculizado por varias barreras estructurales, sociales y culturales. En el texto "Mujeres indígenas y su acceso a los derechos sexuales y reproductivos 2009 y 2014" podemos encontrar más información al respecto, pero desafortunadamente podemos destacar que existe lo siguiente:
Barreras lingüísticas y culturales: En muchas comunidades indígenas, las mujeres no hablan español o lo hablan como segunda lengua, lo que dificulta la comunicación con los servicios médicos. Esto puede generar desinformación o el temor de no ser comprendidas durante el proceso. Además, existen prejuicios y estigmatización en algunas comunidades que dificultan que las mujeres busquen servicios médicos por temor al rechazo o la discriminación.
Desigualdad en el acceso a la salud: Las mujeres indígenas viven principalmente en zonas rurales y marginadas, donde los servicios de salud son escasos o inexistentes. Las instituciones de salud, especialmente en las regiones más alejadas, suelen estar mal equipadas o tienen personal insuficiente, lo que limita la atención médica adecuada, incluyendo el acceso a abortos seguros. Las brechas en infraestructura también incluyen la falta de clínicas especializadas o profesionales capacitados en salud sexual y reproductiva.
Prejuicios y discriminación: Las mujeres indígenas enfrentan actitudes discriminatorias tanto por parte de los profesionales de salud como de la sociedad en general. Esta discriminación puede llevar a la negación de servicios o a un trato inadecuado, afectando su derecho a la salud. A menudo se les imponen juicios morales y culturales, lo que las aleja de buscar atención.
Falta de información y educación: Muchas mujeres indígenas carecen de la información adecuada sobre sus derechos reproductivos, lo que las hace vulnerables a la desinformación y al miedo. La falta de campañas de sensibilización adecuadas en lenguas indígenas y en contextos culturales específicos también contribuye a este vacío de conocimiento.
Factores socioeconómicos: La pobreza es otro factor clave que afecta el acceso a servicios médicos. Las mujeres indígenas suelen enfrentar altas tasas de pobreza, lo que les impide viajar a centros urbanos para recibir atención adecuada. Incluso cuando el aborto es gratuito, los costos indirectos (como el transporte o la falta de permisos laborales) pueden ser un obstáculo.
Estas barreras contribuyen a que muchas mujeres indígenas no puedan acceder a un aborto seguro, incluso cuando está legalizado y disponible en su país. Además, la discriminación histórica y estructural que enfrentan las poblaciones indígenas en México refuerza las desigualdades en salud y derechos reproductivos.
Propuestas para cerrar la brecha
En el portal de Gobierno de México, nos muestra que los Servicios de Aborto Seguro (SAS) brindan atención a mujeres, niñas, adolescentes y personas con capacidad de gestar que necesitan asistencia en casos de aborto espontáneo o inducido, tanto en embarazos viables como no viables. Este servicio se proporciona con un enfoque en los derechos humanos, garantizando el acceso a la salud y cumpliendo con la #NOM046.
Es fundamental que los servicios de aborto seguro no solo estén disponibles en las grandes ciudades, sino también en áreas rurales y marginadas. Esto podría lograrse mediante la creación de centros de salud móviles o la capacitación de profesionales de salud en comunidades alejadas para brindar atención adecuada a las mujeres que requieren un aborto seguro.
- Capacitación culturalmente adecuada del personal médico
Los médicos, enfermeras y personal de salud deben recibir formación en competencia cultural, entendiendo las particularidades de las comunidades indígenas y otras poblaciones vulnerables. Esto incluye respetar los valores y creencias culturales, pero al mismo tiempo, asegurar que las mujeres puedan acceder a sus derechos reproductivos sin miedo a la discriminación o a ser juzgadas.
- Información accesible y en lenguas indígenas
Es crucial ofrecer información sobre los derechos reproductivos y servicios de aborto en diversos idiomas, especialmente en lenguas indígenas. Además, se debe utilizar formatos accesibles, como folletos o videos, que incluyan los diversos contextos culturales y que informen de manera clara sobre los servicios disponibles, los derechos legales, y los riesgos de no acceder a un aborto seguro.
- Reformas legales y eliminación de barreras jurídicas
Es necesario que los marcos legales nacionales y estatales sean claros y efectivos para garantizar que todas las mujeres, sin importar su condición socioeconómica o ubicación geográfica, puedan acceder a un aborto sin riesgos legales. Esto incluye la eliminación de requisitos que obliguen a las mujeres a demostrar ciertas condiciones de salud o situaciones de violencia antes de poder acceder a un aborto, lo cual representa una barrera para muchas mujeres vulnerables.
- Concientización y campañas de sensibilización
Lanzar campañas de sensibilización sobre los derechos reproductivos que no solo lleguen a las mujeres, sino que también aborden a la sociedad en general. Esto incluiría educar a la población sobre los derechos reproductivos de las mujeres, desmitificar el aborto y reducir el estigma social asociado al mismo. Las campañas deben ser inclusivas y utilizar medios tradicionales y digitales para llegar a todos los sectores de la población, especialmente a los más aislados.
- Apoyo económico y logístico para las mujeres vulnerables
El acceso al aborto debe ser gratuito, pero también es necesario eliminar las barreras económicas indirectas que pueden incluir los costos de transporte, permisos laborales o tiempo fuera del trabajo. Es fundamental proporcionar apoyos económicos y logísticos a las mujeres más vulnerables, especialmente aquellas de comunidades rurales o con bajos recursos, para que puedan acceder a los servicios sin poner en peligro su bienestar económico o social.
Aquí encontrarás un directorio para más información sobre #ServiciosAbortoSeguro
Y aquí, encontrarás el Directorio de los Servicios de Aborto seguro en el ISSSTE.
Mientras México avanza en garantizar los derechos reproductivos, es claro que la lucha por un acceso equitativo al aborto enfrenta desafíos estructurales que requieren atención urgente para cerrar las brechas de desigualdad.
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