La “Casa del Abuelo”, en la colonia Albania Baja, en Tuxtla Gutiérrez, es la única institución que brinda atención a adultos mayores, tratamiento psicológico a personas mayores de 60 años y personas con discapacidad mayores de 18 años, el servicio pretende la reintegración a la sociedad, es una atención complementaria a la que realizan las familias, es una asistencia integral, cuenta su directora Ana María Aragón Maza.
Hay adultos mayores que vienen a la Casa del Abuelo por soledad, porque viven solos, están abandonados y buscan un lugar donde puedan contar con una atención, y aquí encuentran él cobijó, se les brinda pláticas, realizan manualidades, participan en juegos de mesa, algunos reciben clases de computación.
Los mayores, estos son cuidar su salud, su integridad, todos estamos al pendiente de evitar una caída, mareos, afortunadamente no ha ocurrido en la Casa del Abuelo, una de las anécdotas que le ha marcado es el abandono de los hijos, una ocasión encontramos a un adulto mayor que había estado en diferentes orfanatorios, al crecer tuvo su familia, es muy hermético, una ocasión decidió ya no venir, se enojaba por todo, el viernes de la semana pasada los visitó y está muy demacrado, ya no quiso quedarse en las instalaciones.
Tiene un hijo que vive en la ciudad de México al que le llamaba periódicamente, a veces no tomaba la llamada, hay indicios de abandono de mucho adulto mayor, es una persona muy vulnerable y necesita del apoyo de la familia en todos los aspectos, pero no los tiene, y eso es lamentable y lo deprime aún más, narra Aragón Maza.
Lo que más padecen los adultos mayores son diabetes, hipertensión, depresión, traen mucha tristeza, se pelean con los hijos de abandono, se quejan de todo, cada adulto mayor es una historia diferente, hay parejas que traen mucho pleito, confrontación, hay un caso de un varón que le pego un balazo a su esposa y siguen juntos, los hijos no quieren la separación aunque la víctima lo exige.
Cómo sociedad nos falta mucha empatía con los adultos mayores, y sin duda que ante se necesita otra Cada del Abuelo, en el sur de la capital, hay casas geriátricas particulares, hay casas particulares que atienden a adultos, pero para nosotros el reto es ampliar la capacidad de atención para pasar cuando menos de 60 a 100 adultos en atención, a los que atendemos actualmente se les otorga despensas, narró.
Precisa que hay historias que contar durante 25 años de vida de la Casa del Abuelo, una de las historias que ha marcado a la institución es que la señora Elena López hace algunos años contaba que nunca se había subido a un columpio, y cuando la subimos lloró de contenta, esas lágrimas y alegría fue la alegría de todas y de todos.
Otra historia de una adulta mayor es que no tenía estudios y terminó su educación primaria, hoy se atienden a 40 personas de manera permanente de lunes a viernes y 20 visitantes que acuden una vez al mes previa calendarización, reciben medicina general, odontología, psicología, rehabilitación, nutrición, enfermería, pláticas como geriatría y gerontología, ejercicios guiados, todos reciben desayuno, colación y comida.
En algunas ocasiones los familiares los traen a la Casa del Abuelo o pagan transporte, la Casa del Abuelo sobrevive con recursos del DIF municipal de Tuxtla Gutiérrez, el personal son 19 personas, entre odontólogos, geriatras, enfermeras, terapeutas, psicología y enfermería. De lo que se trata es de dar amor para generar mejor calidad de vida a los adultos mayores, lo que necesitan es cobijo, abrazos, apapachos, el abandono es el peor de los males de la sociedad, apuntó.
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