Tuxtla Gutiérrez.- Los ramos o arreglos florales que obsequiaron ayer a algunas progenitoras en Tuxtla Gutiérrez no lucieron tan radiantes como en otras ocasiones. Ni el agua, aerosol o químicos varios revivieron a la materia prima. La causa: las altas temperaturas.
Víctor Narcía, propietario de “Desirée”, una florería ubicada en las inmediaciones del Mercado Público “20 de noviembre”, dijo que el calor que azota al estado desde hace unas semanas generó efectos contrastantes en la flora. Por una parte, aceleró la producción de variedades como la rosa. Por otra, acortó el tiempo de vida de la mercancía. Ello obligó a los comerciantes a efectuar acciones para mantener las especies con vida.
“Si incrementa el calor muy fuerte lo que más daña es la rosa y el tulipán se tiene que mantener en refrigeración, como si fuera orquídea, para que no se te marchite, para que tenga un buen producto para darles a los clientes y que en el futuro regresen”, afirmó.
Informó que esas fueron parte de las razones por las que en plena semana del 10 de mayo -una fecha que provoca que las florerías de la zona aumenten sus ventas en 70 u 80 por ciento- los proveedores ajustaron al alza el costo de la materia prima, sin importar tamaño u origen. La rosa resintió más esa situación. En su establecimiento ayer la rosa de manera individual fue vendida a 15 o 20 pesos.
A pesar de esas circunstancias, su negocio sí registró ventas. El movimiento comercial inició días antes para acelerarse desde ayer a partir de las 3:00 o 4:00 de la mañana. “No todos te compran, pero mientras entren a tu negocio es bueno… Atendemos a todos. Desde un pequeño hasta un anciano (…) Estamos desvelados pero felices. Es una de las tradiciones más importantes de México. Esperamos que nunca se acabe”, acotó.