A partir de este 1 de enero entró en vigor el nuevo monto no sólo del salario mínimo general, sino también para el sueldo base de las 59 profesiones, oficios y empleos especiales que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social federal (STPS) regula. Todos registraron aumentos, aunque ese incremento en términos reales no fue mayor a 30 pesos, de acuerdo con el decreto de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).
Derivado del criterio de aplicación diferenciada de la disposición, en 43 municipios del Norte del país (los que tienen frontera con Estados Unidos) 57 de las 59 ocupaciones tendrán un ingreso superior que en el resto de México. Los reporteros (tradicionales y gráficos) en prensa diaria impresa son las excepciones.
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Hasta el año pasado, la remuneración correspondiente a algunas de esas actividades normadas era la misma en toda la República; sin embargo, con la modificación que surtió efectos en 2020 esa paridad desapareció. No obstante, todas las percepciones están por arriba del minisalario general válido para este ejercicio que en el país es de 123.22 pesos, menos en las 43 demarcaciones mencionadas, según ese documento.
De esta forma, por ejemplo, este año en México (excepto en los 43 municipios fronterizos) un oficial de albañilería debe percibir en efectivo al día 142.14 pesos, mientras que un oficial mecánico en reparación de automóviles y camiones 146.80 pesos. Por su parte, una secretaria o auxiliar tiene que recibir en efectivo por jornada 146.50 pesos, un velador 127.54 pesos y un reportero (tradicional o gráfico) en prensa diaria impresa 275.90 pesos, con base en el decreto disponible en la edición electrónica del Diario Oficial de la Federación (DOF) del 23 de diciembre pasado.
La Conasami informó que también aplicó el mecanismo de recuperación del poder adquisitivo para esas 59 profesiones, oficios y empleos regulados. No obstante, en algunos casos la actualización del monto del sueldo para esas ocupaciones fue menor al aumento de 20 por ciento que el ingreso base sufrió en este año en todo el país.
En un contexto de estancamiento económico la recuperación del poder adquisitivo de los salarios mínimos resulta en una medida contracíclica que permitirá su reactivación.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estimó que en Chiapas sólo 21 por ciento de la población cuenta con estudios superiores. El 25 por ciento de la población subocupada del estado (gente que tiene necesidad de tener más entradas de dinero) cumplió con su enseñanza media superior o superior.
/AP