María N. recibió un aviso por ser “aval” de una persona casi desconocida que por algún motivo tenía su número de celular, decidió ignorar el mensaje sin pensar que a partir de ese momento viviría un acoso que la llevó a cambiar de número telefónico.
Como María, cada vez son más los casos de personas que dicen estar siendo acosados por aplicaciones que supuestamente realizan préstamos en línea.
“Sólo tienes que tomar una foto, enviárnosla en un mensaje de whatsapp junto con una foto de tu credencial de elector y un comprobante de domicilio y en minutos tendrás tu crédito” reza la publicidad. “Sin buró, sin aval, sin comprobante de ingresos”, añaden algunas otras.
Lo que no dicen es que además se adueñan de toda la información contenida en el celular desde el que realizas el movimiento, fotos, contraseñas, conversaciones, contactos, toda la información que manejas en tu celular es obtenido mediante malware y entonces comienza el calvario.
En redes, una persona comentó su caso: efectivamente, pidió el préstamo, lo liquidó en tiempo y forma, sin embargo, aún siguen acosándolo y a sus conocidos incluso con amenazas de dar a conocer información privada.
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Otra usuaria comenta que, en su caso, no pidió préstamo alguno, sino que le pedían indicar a una conocida suya que pagara su préstamo, al ingresar al enlace que le enviaron para que supiera la cantidad que debía la otra persona, fue víctima del robo de toda su información, ahora le exigen que pague un préstamo que no le hicieron y además sus conocidos están siendo extorsionados.
La legislación para sancionar este tipo de delitos, es inexistente, sin embargo, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) puede darte apoyo y asesoría acerca de este tema, en su página de internet es posible encontrar un apartado sobre los distintos puntos físicos de atención en la República Mexicana.
Además es posible la atención por medio de un chat en el portal de queja electrónica al que se accede en el sitio, hay también un portal de fraudes financieros.
Lamentablemente, aunque hay algunas aplicaciones que sí son serias en la generación de préstamos, su labor se ve opacada por otras muchas que únicamente buscan estafar.
Lo mejor es que, en la medida de lo posible se evite solicitar un préstamo en estas aplicaciones, si no lo ha hecho y recibes un mensaje indicando que lo aprobaron o que alguien que conoce debe, es mejor no abrir ningún enlace, si es posible, hacer una captura de pantalla para tener pruebas y borrar el mensaje.
También puedes buscar apoyo en grupos, como el de Facebook llamado denuncias de aplicaciones fraudulentas de préstamos, donde podrías conocer la experiencia de otros usuarios con aplicaciones como la que te interese o te esté acosando.
Que no te gane la curiosidad, podrías caer en un fraude.