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La pandemia provocó el cierre definitivo de 1.6 millones de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) del país entre octubre de 2020 y julio pasado, informó el Inegi.
La peor etapa se vivió el año pasado, cuando se registró el cierre definitivo de poco más de un millón de unidades económicas a escala nacional.
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Entre enero y julio de este año, señala el estudio, fueron casi 600 mil los negocios que tuvieron que bajar su cortina sin esperanza de recuperación. Esta situación impactó en el empleo, ya que de acuerdo con el Inegi en promedio había 2.45 personas ocupadas por establecimiento que cerró durante el lapso del reporte.
“A nivel nacional, por cada cien personas que estaban ocupadas en 2019, 20 personas dejaron de trabajar por los establecimientos que murieron en 2020. En 2021 la proporción aumentó a 27 personas”, refirió el documento.
“La emergencia sanitaria derivada de la pandemia por Covid-19 llevó a los negocios a pausar sus actividades o incluso a cerrar de manera definitiva”, indicó el Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2021 (EDN 2021).
El reporte que se enfoca en las mipymes, las cuales representan 99.8 por ciento de las unidades económicas en el país, señala que los principales sectores en donde hubo más negocios que murieron, tanto en 2020 como en este año hasta julio, son en el de servicios privados no financieros, seguido del comercio y las manufacturas.
Considerando a aquellos negocios micro con menos de 10 empleados, hasta algunos más robustos de hasta 30 y las medianas empresas hasta con 100 trabajadores, según clasificación del Inegi.
Estas estadísticas reflejan el impacto que tuvo la crisis por Covid-19 en el país, ya que además de registrarse casi 300 mil muertes a nivel nacional, la cuarta cifra más alta a escala mundial, provocó una contracción histórica de 8.2 por ciento del PIB en 2020.
El reporte del Inegi señala que en el mismo periodo surgieron 1.2 millones de establecimientos, poco más de la mitad de ellos nacidos el año pasado, tras el confinamiento.
“Se incrementó la proporción de nacimientos y disminuyó la proporción de muertes en comparación con lo observado de mayo de 2019 a septiembre 2020”, subrayó el Instituto en su informe.
La mayoría de los establecimientos que nacieron durante la crisis, añade el estudio, fueron del sector comercio.
La diferencia de negocios operando al cierre de julio de este año respecto a 2019 resultó en un déficit de cerca de 400 mil.
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El Inegi explicó que las mipymes tienden a presentar mayores cambios con respecto a las grandes empresas, tanto en ingresos, personal ocupado, ubicación y cierres, los cuales fueron acentuados por la crisis sanitaria.
Para Gabriela Siller, directora de Análisis Económico Financiero de Banco Base, no es de extrañar los resultados de la EDN. “Ante la falta de estímulos fiscales que hubo en México, era de esperarse que tantos negocios desafortunadamente cerrarán y se perdieran tantos empleos”, comentó la especialista a El Sol de México.
El estudio señala que tanto en 2020 como en lo que va de este año, Quintana Roo se ubicó como la entidad donde se concentró la mayor proporción de negocios que cerraron, con cerca de una tercera parte el año pasado y casi la mitad en éste.
Baja California Sur, otro estado con vocación turística, también se ubicó entre las entidades con mayor pérdida de negocios, en especial durante 2020.
Pese a que la llamada industria sin chimeneas ha vivido una recuperación en este año con la reapertura de destinos, la propia Secretaría de Turismo (Sectur) ha estimado que el sector recobre sus niveles previos a la pandemia hasta el primer semestre de 2023.
Otros estados como Nuevo León, Campeche, Tabasco, Colima y Aguascalientes, padecieron el impacto de la pandemia con el cierre de más de una tercera parte de sus miymes.
Mientras que Hidalgo registró la mayor parte de los nacimientos de negocios, junto con otros estados del centro como Tlaxcala, Puebla y el Estado de México.
Para la analista de Banco Base aunque hay una recuperación de plazas laborales en el país, el empleo no es el mismo que se tenía antes de la crisis ya que ha habido un crecimiento en la informalidad, en subocupación y sueldos menores de los que se tenían antes de la pandemia.
“El cierre de esos negocios es consecuencia del declive que ya venía dándose en la economía mexicana antes de la crisis, por la pandemia misma y, en tercer lugar, por la falta de estímulos fiscales”, concluyó Siller.
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