Durante el año pasado en el estado las casas compradas por medio de crédito encarecieron 7.3 por ciento, en promedio, unas cuantas décimas por debajo de la media nacional de 8.6 por ciento, pero 1.5 por ciento más comparado con 2018. Fue el segundo ejercicio en el que Chiapas registró un incremento en la materia de manera consecutiva, según la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF).
Por medio de un comunicado, dijo que el resultado fue consecuencia de un alza en el costo del condominio y departamento, así como de la propiedad media-residencial y nueva de 9.3, 9.0 y 8.9 por ciento, respectivamente. Asimismo, el importe de la morada usada, sola y económica-social repuntó 8.3, 7.9 y 7.7 por ciento, en ese orden. En tanto, al concluir ese ejercicio la tasa de interés del préstamo hipotecario logró seguir en 10.45 por ciento, como media.
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Debido a esos factores, en 2018 en el país la tarifa promedio de la vivienda adquirida vía financiamiento fue de un millón 93 mil 644 pesos. El 50 por ciento de las transacciones involucraron cantidades inferiores a 631 mil pesos, detalló.
La institución dio a conocer que en ese periodo Zapopan, Jalisco, así como Benito Juárez y Solidaridad, ambos en Quintana Roo, registraron los aumentos más importantes en la cotización de los inmuebles con 11.6, 10.9 y 10.8 por ciento, en cada caso.
Tuxtla Gutiérrez ocupó el sitio 26 con un incremento de 7.8 por ciento, junto con Hermosillo, Sonora y Villa de Álvarez, Colima, por arriba de Tapachula, Chiapas; Acapulco, Guerrero y Veracruz, Veracruz con ajustes al alza de 7.3, 7.3 y 6.3 por ciento, de forma proporcional, destacó.
El presidente de la delegación de la Cámara Nacional de la Industria de Promoción y Desarrollo de Vivienda (Canadevi) en la entidad, Jorge Burguete Torrestiana, informó que en ese año la industria local de la vivienda cayó hasta ocho por ciento, derivado de la inercia en el esquema laboral que arrastran del último sexenio.
“El tren de vivienda no toma inercia de un año a otro. Necesita una temporalidad, porque tiene que ver con inversiones, permisos, con tramitación, con compras de reservas territoriales. La verdad es que este año fue inercialmente malo”, admitió.
Confió en que en este ejercicio pueda reflejarse en la práctica la disposición que las autoridades mostraron para trabajar con el sector. Hay que tomar en cuenta que la industria requiere acciones de mejora regulatoria y eliminación y/o no aplicación de impuestos para apalancarla.
Hay que apoyar una industria como ésta que no genera gasto al erario sino ingresos por tributos, derechos y pagos de servicios permanentes, además de que estimula inversiones directas que no requieren dinero, puntualizó.
/AP