El salario mínimo actual es de 172.87 pesos, tras el incremento anunciado por el gobierno federal del 20 por ciento a partir de enero del 2023 pasaría a 207.44 pesos, sin embargo, con la crisis económica y la falta de oportunidades de trabajo, se complica aún el acceso a los productos de la canasta básica.
Para el maestro Mario Artemio Aguilar Nandayapa, de la Universidad Autónoma de Chiapas, los salarios mínimos son uno de los precios más importantes de la economía, por lo que un incremento en los salarios mínimos con repercusión en el resto de los salarios podría implicar que esto se extendiera a los precios de otros bienes y servicios, generando presiones inflacionarias.
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Además, hay muchos precios que están indizados al salario mínimo, como algunas becas y estímulos a la productividad en universidades, multas y otras tarifas oficiales, por lo que también por esta vía podría darse, advierte.
Es muy pronto para vaticinar el efecto del incremento del 20 por ciento anunciado por el gobierno, esto me remite al concepto denominado “efecto faro”, éste podría hacer que los salarios mínimos tuvieran repercusiones diferentes de aquellas con las cuales comúnmente se les asocia, de manera que salario mínimo tenga un efecto en los ingresos de una gran parte de la fuerza laboral pudiera tener efecto en los precios de productos, bienes y servicios, añadió.
Importante es considerar la crisis económica presente asociada a la pandemia que persiste y la reactivación en el mercado de trabajo que todavía es limitada, a pesar de la recuperación de los empleos formales perdidos en los meses más críticos de la contingencia sanitaria en el 2020, el impacto del aumento será mínimo o no se percibirá.
Añade que los límites a la reactivación se observan al mirar los sectores poblacionales y las regiones donde se han recuperado los trabajos, sin embargo, no se puede hablar por ahora de un gran impacto en el bienestar de la población.
Los productos de la canasta básica son los siguientes, aceite vegetal, arroz en grano, azúcar, carne de res, cebolla blanca, chile jalapeño, carne de cerdo, frijol negro, huevo, jabón de tocador, jitomate saladet, leche de vaca, limón, manzana, plátano, pan blanco, papá blanca, papel higiénico, pasta para sopa, carne de pollo, sardina en tomate en lata, tortilla de maíz y zanahoria.
Comprar estos productos en grandes supermercados cuesta más caro, en los mercados públicos es más barato y con el comercio informal es más barato, el tomate en las grandes tiendas cuesta 34 pesos con 90 centavos, la papá vale 45.90 el kilogramo, la zanahoria 12 pesos con 90 centavos.
El kilogramo de tomate también cuadra 25 pesos, el de cebolla está a 15 pesos, la zanahoria a 16 pesos, la papá a 28 pesos, la manza a a 65 pesos, el jitomate cuesta 25 pesos el kilogramo, el limón a doce pesos, el chayote a 12 pesos, el kilogramo de frijol cuesta 35 pesos, mientras que el cono de huevo 78 pesos.
Mientras que el kilogramo de pollo se ubica en los 75 pesos, la carne de res a 170 pesos el kilogramo, mientras que el kilogramo de la carne de puerco vale ahora a 120 y 140 pesos, por lo que el aumento al salario mínimo no tendría un gran impacto para la adquisición de los productos de la canas básica.
