Ante el incremento de casos de COVID-19 y otras enfermedades respiratorias, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reforzado la recomendación del uso de cubrebocas como una medida esencial para prevenir la propagación de estas enfermedades. Sin embargo, surge la interrogante de cuánto tiempo una persona debe seguir utilizando el cubrebocas después de superar el periodo de aislamiento por COVID-19.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) indican que, en caso de dar positivo para COVID-19, es necesario permanecer en aislamiento por al menos cinco días y evitar el contacto con otras personas del hogar. A pesar de que los síntomas hayan desaparecido y se haya superado la etapa de aislamiento, se aconseja seguir utilizando el cubrebocas hasta al menos el día 10.
Si se tiene acceso a pruebas de antígenos, el CDC sugiere considerar su uso. Dos resultados negativos consecutivos con un intervalo de 48 horas permitirían dejar de utilizar el cubrebocas antes del día 10. No obstante, si la prueba sigue siendo positiva, indica que la persona aún podría ser infecciosa.
Días de aislamiento para dejar de usar el cubrebocas:
- Si no se presentaron síntomas, el día 0 es el día de la prueba.
- Si hubo síntomas, el día 0 de aislamiento es el día en que aparecieron los síntomas, independientemente de cuándo se obtuvo el resultado positivo.
Es crucial destacar que más allá del período de aislamiento, el uso del cubrebocas sigue siendo importante hasta, al menos, el día 11. Durante este tiempo, se recomienda evitar el contacto con personas con mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19 y usar cubrebocas de calidad en espacios cerrados, ya sea en casa o en lugares públicos.
En cuanto a la Influenza, los CDC subrayan que una persona puede contagiar el virus un día antes de que aparezcan los síntomas y hasta aproximadamente 5 a 7 días después del inicio de la enfermedad. Por lo tanto, se insta al correcto uso del cubrebocas en espacios cerrados, junto con medidas preventivas como cubrirse al toser o estornudar, desechar pañuelos usados en botes de basura, lavado frecuente de manos y, en caso de síntomas, buscar atención médica sin automedicarse.
En conclusión, la continuidad en el uso del cubrebocas, aun después del aislamiento, se revela como una medida esencial para proteger la salud pública y prevenir la propagación de enfermedades respiratorias.
¡Recibe las noticias a tu WhatsApp! Regístranos y manda la palabra ALTA ⬇️