La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre los riesgos que el consumo de carnes rojas y procesadas podría tener para la salud, destacando su asociación con un mayor riesgo de cáncer. Estudios recientes de diversas universidades alrededor del mundo han confirmado que un alto consumo de estos alimentos puede tener efectos negativos significativos en la salud.
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¿Cuál es la relación entre el consumo de carnes y el cáncer?
La OMS ha señalado que existe una relación entre el consumo de carnes rojas y un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Esta afirmación se basa en evidencia limitada proveniente de estudios epidemiológicos que han mostrado una asociación positiva, así como en una sólida evidencia mecanicista. En cuanto a las carnes procesadas, la organización afirmó que hay suficiente evidencia de que el consumo de estos alimentos es una causa directa de cáncer colorrectal.
¿Qué tipos de cáncer relacionados con el consumo carnes?
La evidencia más fuerte en cuanto a la asociación entre el consumo de carne roja y el cáncer se refiere al cáncer colorrectal. Sin embargo, también se han observado vínculos con otros tipos de cáncer, como el cáncer de páncreas y el cáncer de próstata. En el caso de las carnes procesadas, además de su relación con el cáncer colorrectal, también se ha encontrado una posible asociación con el cáncer de estómago, aunque la evidencia aún no es concluyente.
¿Cuánta carne es seguro consumir?
Un análisis de datos de 10 estudios sugiere que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%, mientras que 100 gramos diarios de carne roja incrementan este riesgo en un 17%. Sin embargo, la OMS no ha establecido una cantidad específica de consumo de carne roja y procesada que pueda considerarse segura, indicando que el riesgo aumenta con la cantidad consumida.
¿Qué carnes están incluidas?
La carne roja se refiere a toda la carne muscular de mamíferos, como la carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo y cabra. Por otro lado, las carnes procesadas son aquellas que han sido transformadas mediante procesos como salazón, curado, fermentación o ahumado para mejorar su sabor o conservación.
Estos hallazgos refuerzan la necesidad de moderar el consumo de carnes rojas y procesadas y de considerar opciones dietéticas más saludables para reducir el riesgo de cáncer y otras enfermedades.
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