En diversas comunidades, la falta de acceso a agua potable y las condiciones higiénicas precarias están generando un ambiente propicio para la aparición y multiplicación de plagas que pueden transmitir enfermedades, según advierte la Secretaría de Salud.
El estancamiento de agua, la acumulación de residuos sólidos y aguas negras son factores clave que contribuyen a la proliferación de portadores de patógenos, incluyendo mosquitos, moscas, piojos, chinches besuconas, pulgas y garrapatas. Estos animales pueden transmitir bacterias, virus o parásitos de una persona o animal infectado a otra, ocasionando diversas enfermedades.
¿Y las cucarachas, moscas y roedores qué trasmiten?
Por otro lado, la acumulación de basura propicia la proliferación de plagas comunes en hogares y locales comerciales, tales como cucarachas, moscas y roedores. Estos animales pueden transmitir enfermedades bacterianas como la shigelosis, la salmonelosis y la leptospirosis.
El mosquito y sus enfermedades
En particular, las inundaciones resultan en la multiplicación de mosquitos, especialmente del género Aedes aegypti, y la creación de criaderos en charcos y agua acumulada. Este escenario facilita la propagación de enfermedades virales como el dengue, la fiebre del zika y el chikungunya, transmitidas por la picadura de estos mosquitos.
¿Cómo prevenir la proliferación de plagas?
Para evitar la proliferación de mosquitos y otras plagas, se recomienda seguir una serie de medidas preventivas:
- Inspeccionar los alrededores de la vivienda para identificar y eliminar posibles lugares de reproducción.
- Eliminar estancamientos de agua y la acumulación de desechos en patios, jardines y techos.
- Mantener a los animales domésticos fuera de la vivienda y controlar su higiene.
- Enterrar las heces de animales lejos de la vivienda o cubrirlas con cal.
- Colocar la basura en botes y mantenerlos tapados para evitar la crianza de plagas.
- Tapar o voltear objetos que no se estén utilizando para evitar la acumulación de agua.
- Desechar botellas, llantas, latas o trastes que ya no se usen, evitando posibles criaderos de mosquitos.
- Colocar mosquiteros en ventanas y puertas, o mantenerlas cerradas.
- Sellar huecos en techos y paredes, así como mantener limpias las áreas propensas a cucarachas.
La adopción de estas prácticas preventivas no solo contribuye a la erradicación de plagas, sino que también ayuda a mantener un entorno más saludable y seguro para la comunidad en general.