Mantener el dormitorio a una temperatura específica puede marcar la diferencia en la calidad del sueño, según señalan especialistas en el campo del sueño. En regla general se aconseja mantener la habitación entre 15 y 19 °C para favorecer un sueño reparador. Además, subraya la importancia de un ambiente fresco, oscuro y silencioso para mejorar la calidad del descanso.

Un factor determinante en los problemas de sueño es la temperatura, ya que habitaciones demasiado frías o calientes pueden perturbar el sueño y llevar a despertares nocturnos. Un estudio reciente reveló que la exposición excesiva al calor o al frío está directamente relacionada con una mayor vigilia y una disminución del sueño de movimientos oculares rápidos (REM).

La temperatura corporal disminuye naturalmente al comenzar el sueño, pero una habitación demasiado cálida puede provocar inquietud y dificultades para conciliar o mantener el sueño.

Cuando tenemos frío, nuestro cuerpo se acelera para intentar calentarnos nuevamente. Los vasos sanguíneos se contraen, la respiración se vuelve superficial y esto ejerce presión adicional sobre nuestro sistema cardiovascular para regular nuevamente la temperatura corporal.

La temperatura ideal para dormir según la edad

• Adultos mayores:

  Con cambios en la temperatura corporal y niveles de melatonina, la ajuste de la temperatura para dormir puede ser necesario en función de cada persona, pero de manera gradual.

  
  

• Bebés y niños:

  Para ellos, se sugiere una temperatura ligeramente más alta, entre 18 y 21 °C, ya que sus cuerpos en desarrollo no regulan la temperatura tan eficientemente como los adultos.

  
  

Consejos prácticos para dormir:

• Mantener un ventilador en la habitación para facilitar el enfriamiento si se siente demasiado calor.
• Evitar el consumo de cafeína o alimentos con alto contenido de azúcar antes de dormir, ya que pueden aumentar la temperatura corporal.
• Adaptar la vestimenta y la ropa de cama según la temporada, optando por prendas transpirables.

Los especialistas aconseja que, en caso de problemas para conciliar el sueño relacionados con la temperatura u otros factores, es fundamental buscar la orientación de un médico especialista en sueño para abordar adecuadamente cualquier problema y garantizar un descanso saludable.

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