Durante la Semana Santa, el cristianismo establece los viernes como días de abstinencia en los que no se debe comer carne. Además, el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo los practicantes deben guardar ayuno.
Estos días de abstinencia y ayuno tienen su raíz en la conmemoración de los 40 días en los que, según la Biblia, Jesús de Nazaret pasó en el desierto sin comer ni beber, siendo tentado por el diablo. Para la Iglesia Católica, la carne representa el cuerpo crucificado de Cristo, por lo que los católicos deben respetar esta tradición durante la Cuaresma.
La carne roja, en particular, se asocia a las celebraciones y banquetes que van en contra del espíritu de solemnidad de la Cuaresma, centrada en la muerte de Cristo. Esta restricción alimentaria es una forma de recordar la importancia de la penitencia y el sacrificio.
Aunque los días de abstinencia son una norma general en la Iglesia Católica, otras ramas del cristianismo tienen sus propias variaciones y excepciones. Los adventistas, por ejemplo, evitan la carne en el séptimo día de cada mes y el primer viernes de cada mes, entre otros días específicos.
¿Que religión no come carne?
Sin embargo, el cristianismo no es la única confesión religiosa que observa días sagrados sin consumo de carne. En el judaísmo, los judíos se abstienen de comer carne durante el Shabbat, días festivos y el Yom Kippur. Mientras tanto, en el islam, los musulmanes respetan periodos sagrados como el Ramadán, el Eid al-Fitr, el Eid al-Adha y el Jumu'ah, en los cuales la carne está prohibida, así como los viernes y otros días festivos.
Estas prácticas alimentarias no solo reflejan la diversidad de tradiciones religiosas, sino que también resaltan la importancia simbólica que la comida tiene en la espiritualidad de diversas comunidades en todo el mundo.