Tuxtla Gutiérrez.- En el corazón de Chiapas, en el majestuoso Cerro Mactumatzá, se oculta un secreto ancestral que ha perdurado a lo largo de generaciones: la leyenda de la Cueva Encantada. Un misterio que solo se desvela una vez al año, en un día muy especial.
Esta leyenda que ha intrigado a la población local durante años narra que, en lo más profundo del Cerro Mactumatzá, existe una misteriosa cueva que permanece oculta durante todo el año debido a su ubicación en medio de rocas impenetrables. Sin embargo, un día al año, esta enigmática caverna se abre al mundo, revelando un asombroso y festivo espectáculo.
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Según la tradición, aquel afortunado que logra adentrarse en la Cueva Encantada descubre un festín de manjares. Dentro de las paredes de la cueva se dice que se despliega una generosa variedad de alimentos, desde tamales y atole hasta pozol, bebidas refrescantes y frutas exquisitas. Lo que hace más especial a esta leyenda es que las personas que habitan la cueva son notablemente amables, y los visitantes pueden deleitarse con estos manjares sin restricciones.
Sin embargo, existe una única regla inquebrantable: nada puede ser sacado de la cueva. Los comensales pueden disfrutar de la abundante comida y hospitalidad, pero no se les permite llevarse nada consigo. Además, se cree que antes de la medianoche, todos los visitantes deben abandonar la cueva, ya que en ese preciso momento, misteriosamente, se cierra, volviendo a ocultarse hasta el próximo año.
La singularidad de esta leyenda radica en que la cueva solo se abre una vez al año, específicamente en Jueves Santo. Durante ese día y en esa fecha exacta, los pobladores de Tuxtla Gutiérrez y visitantes de otras regiones se reúnen en el Cerro Mactumatzá, con la esperanza de ser testigos de este fenómeno sobrenatural y disfrutar de un festín único.
Sin embargo, dicha cueva también ha sido utilizada para realizar actos de brujería, por lo que en el lugar se pueden encontrar algunos elementos utilizados para dicha practica, e incluso se pueden encontrar las paredes pintadas con aspecto demoniaco.